El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no va al cine porque «tiene que trabajar mucho» y el trabajo, ya se sabe, «te impide hacer cosas que te gustan». Con estas palabras, el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, intentó echar ayer un capote al jefe del Ejecutivo, que afirmó en una entrevista en Onda Cero no haber visto ni una sola de las películas que este sábado aspiran a los premios Goya. «Él (Rajoy) me manda verlas y yo voy con mucho cariño. Luego le cuento cuáles me han gustado más», añadió el titular de Cultura, tras dejar claro que Rajoy tiene «sensibilidad» hacia el sector y recordar que la sala de proyección que tiene la Academia de Cine la cedió el actual presidente.

BUENAS INTENCIONES / En esa misma sala, Méndez de Vigo presentó por la tarde un convenio de colaboración con la Academia. La presidenta de la institución, Ivonne Blake, estaba emocionadísima ante lo que el ministro calificó como «el inicio de una buena amistad». El convenio tiene por objetivo «impulsar la promoción nacional e internacional del cine español». Al carecer -de momento- de presupuesto específico, no deja de ser un conjunto de buenas intenciones. En entre ellas, «la formación y el asesoramiento de los profesionales del sector». El acuerdo contempla actuaciones para poner en marcha un Museo del Cine. «Queremos conservar la historia del cine español», remarcó el ministro en un discurso optimista en el que, además de Casablanca, citó a Woody Allen, Billy Wilder y Antonio Machado. Méndez de Vigo reconoció que todos los partidos deberían buscar un pacto por la cultura.

Preguntado por el IVA, explicó lo mismo que en el Congreso: el impuesto de las entradas de cine -el más alto de la zona euro- se bajará «cuando se cumpla el déficit». «No tenemos interés en subir los impuestos, pero para mantener la sociedad del bienestar hay que realizar contribuciones». En todo caso, subrayó que «el IVA cultural no existe».

Méndez de Vigo restó importancia a la economía y aseguró que la cultura «no debe verse solo en términos mercantilistas». «Encerrar la cultura en un debate de números nos hace olvidar la fuerza y el esfuerzo que hay en el sector. Hay otros momentos para hablar de cuentas. Ahora lo que toca es celebrar lo que hacemos, festejar que el cine español gusta al público y que se trata de una industria con talento».

Mientras, la presidenta de la Academia no paró de elogiar el convenio firmado con Cultura gracias a una «fructífera relación». Respecto al plante de los ejecutivos de Mediaset en los Goya, el vicepresidente de la Academia, Mariano Barroso, insistió en que la institución ya tenía firmado el contrato con Saphir. «Hemos tenido muchas conversaciones con Mediaset. Lamentaremos su ausencia».