¿De dónde brotan los poemas? La respuesta no debe ser nada fácil.

No lo sería, tampoco, si le preguntásemos a un novelista de dónde salen sus historias, o a los músicos sus melodías, o a un pintor por sus imágenes, pero la poesía, esa depuración máxima, esa conceptualización extrema parece resistirse todavía más al azar o a la revelación.

Raquel Lanseros cree recordar que sus primeras ideas poéticas se alumbraron a sí mismas cuando, siendo una niña, su abuelo le recitaba a Calderón mientras pescaba en un río.

Aquella combinación del verso calderoniano con la naturaleza libre, con el aire, el agua y el sol pudo efectivamente despertar en aquella niña un brote de sensibilidad susceptible de transformarse en estro, en inspiración poética.

Pero eran sólo las palabras, rememora Raquel, las propias palabras, su divino sonido en manos de Calderón lo que la atrapaba, por encima, incluso, de sus significados, polisemias o conceptos. La música de las palabras, la música del alma...

Una música que Raquel seguiría oyendo a medida que empezaba a escribir y publicar sus primeros poemas, hasta alcanzar una extraordinaria madurez con Matria, su último libro, que de alguna manera compendia y exalta los poemarios anteriores.

Es Matria un universo donde lo femenino se yergue y se desgarra como la propia Europa a ojos de Lanseros. Trascribo textual: «amo la europa del siglo veintiu no/ por lo mucho quese pare ce a mí/ des/membrada y cosi da/ hecha de órga nos que se llaman países/ como yo hecho de miembros de cadáv eres/ europa en disección eres mi espejo.

Esta tremenda manera de escribir, de poetizar, rompiendo la gramática, mordiendo las palabras, simboliza la tensión de la autora frente al dolor y al reto de cada nuevo poema.

No siempre, sin embargo, porque en otros versos retoma la corriente clásica, los ecos del Siglo de Oro, buscando quizá el consuelo del barroco: Me prometo a diario descuidarte/ pues me corre el pesar por cuenta ajena /tan extensa trinchera abrió esta pena/ que muero porque vivo para amarte.

Los múltiples recursos de Raquel Lanseros, nacida en Jerez de la Frontera, criada en distintas geografías y premiada con destacados galardones, nos asombran en cada composición.

Una de ellas, Para qué la poesía, se interroga por la utilidad de su extraño y maravilloso oficio, siendo la propia Poesía la que parece responder a su hija dilecta: Recordando que el mundo es demasiado ancho/para una vida grotescamente breve/ hablemos del matiz,/ guardián de la esperanza/, del sueño y de su huella,/ tan reales./ Consideremos, en suma, la memoria,/ que sangra sin remedio si se toca...

Belleza en estado puro, de igual manera que una maravillosa experiencia resulta asimismo asistir a un recital suyo. Tocada con el don, genio y duende, la palabra brota de su mano en carne viva, con sangre, a la vista las heridas, pero dulcificado el sentido por la misma música que Raquel Lanseros oyó a orillas del río, cuando su abuelo lanzaba la caña sobre al agua mansa sin imaginarse lo que iba a pescar.

Título: Matria

Autor: Raquel Lanseros

Editorial:Visor