Los Rebeldes conmemoran su 40º aniversario sin ponerse demasiado nostálgicos, con un disco de canciones nuevas, 'Rock ola blues', y un concierto, este viernes en Bikini, en el que contarán con cómplices como Dani Nel·lo, Jaime Stinus, Aurelio Morata, Moisés Sorolla, Pep Sala, Shuarma… Hablamos con el timonel del grupo, Carlos Segarra.

-En estos 40 años, Los Rebeldes no han dejado de grabar discos y de hacer giras.

-Tenemos la suerte de que nuestro público no solo quiere escuchar las canciones de los 80. Porque yo no toco música de los 80: toco rock'n'roll. La música de los 80 no es un género. Yo no tengo nada que ver con Un Pingüino en Mi Ascensor. La media de edad del público de Los Rebeldes va bajando y en cada disco nuevo hay siempre dos o tres canciones que la gente también canta.

-En la canción 'Rock ola blues' recuerdan cuando eran "libres, arrogantes y sin dios". ¿Mirando hacia atrás?

-No es una canción nostálgica, sino documental. Contamos cómo hacíamos las cosas, cómo las vivíamos.

-La sala Rock-Ola, de Madrid, ¿era una meca?

-No, Los Rebeldes éramos muy de Barcelona, y lo de ir a Madrid y pedir un café y que si no decías "solo" te lo pusieran con leche nos tocaba las narices. Más tarde, en 1986, me casé y me fui a vivir cuatro años a Madrid y me trataron de maravilla, pero al principio hubo un choque.

-¿Y las bandas?

-Tenía buen rollo con Los Secretos, Los Pistones…, pero siempre tuve más amigos en las bandas de fuera de Madrid, como los gallegos de Siniestro Total. Gabinete Caligari iban muy a su bola, Nacha Pop eran mayores…

-Los Rebeldes nacieron en 1979, época en que coleaba la escena layetana. ¿Representaron una ruptura?

-Qué va, precisamente en una de las canciones nuevas, 'El gato chivato', hablo de Gato Pérez, de quien me hice amigo suyo en la pista de salsa del antiguo Bikini. Me decía: "Segarreta, piensa que todo viene de África, que la rumba es lo mismo que el rock’n’roll, ¡y que el bolero es el blues de Sudamérica!".

-¿Por qué se decantó por el rock'n'roll y no por la salsa o el jazz-rock?

-Nací en 1961 y cuando tenía cinco años, mi madrina, de 17, era una chica yeyé y ponía a Chuck Berry, los Beatles, Los Sírex, Adriano Celentano, Los Mustang, Lone Star, The Troggs, Bobby Darin… Crecí escuchando eso. Y descubrí mucho rock'n'roll de los 50 a través de las versiones de los mismos Beatles, los Stones, Creedence, Eric Burdon… Me enganchó el ritmo, el 'beat'.

-Tienen 'hits' como 'Mediterráneo', 'Bajo la luz de la luna' o 'Mescalina'. ¿Por qué cree que llegaron al público?

-Las dos primeras las hice en 1983 saliendo de la mili. Tardé en grabarlas porque no gustaban a nadie, y cuando lo hice, como si se tratara de canciones de relleno, fueron dos bombazos. Tiene gracia, ¡hubo gente que me dijo que las había puesto para vender! Es lo que decía Keith Richards: "no me preguntes cuál es mi canción favorita porque yo fui quien dijo que 'Satisfaction' no era un buen 'single'".

-'La rosa y la cruz', grabado en Memphis en 1993 con Lee Rocker (Stray Cats) a la producción, ¿fue una cumbre?

-Hombre, que tu compañía te pague un mes y medio de grabación en Memphis… Fue como ir a Port Aventura. Y han quedado canciones de ahí en nuestro repertorio. Dejó poso. Steve Cropper tocó de invitado. Un lujo.

-Hace una década celebraron 30 años en Luz de Gas, y ahora, 40 en Bikini. ¿Se ve dentro de diez años más?

-Cumpliré 58 años, y dentro de diez, con 68, igual no tengo la fuerza. O quizá sí, ¿no? O me dedicaré a hacer blues. De muy joven pensaba que a los 40 estaría muerto o aburrido. Estoy disfrutando mucho de esta formación del grupo, pero no sé si me veo a largo plazo dando botes.