Dos de las 28 figuras que formaban parte de la arqueta del monasterio de Sant Esteve de Banyoles, que contiene los restos de San Martirià y que fue expoliada en 1980 por el ladrón internacional de obras de arte conocido como Erik el Belga, han sido recuperadas y están pendientes de restauración.

El Obispo de Girona, Francesc Pardo, ha presentado este lunes esas dos piezas, que representan a San Cristóbal y Santa Ana, acompañado del alcalde de Banyoles, Miquel Noguer, y del abogado Carles Mascort, que es el responsable de localizar el material que todavía no ha aparecido de aquel robo cometido hace 38 años.

Mascort ha mantenido en secreto el precio pagado por las dos figuras, para lo que se ha amparado en la necesidad de proceder con máxima discreción en un mercado como el de las obras de arte, en el que esa virtud es clave si se quiere mantener viva la búsqueda.

Faltan cinco

El obispo ha respaldado ese posicionamiento, porque gracias a él, según ha detallado, se recuperaron 21 piezas entre 2005 y 2010, a las que se suman ahora estas dos, con lo que quedan cinco pendientes de localizar que corresponden a las representaciones de San Miguel, San Pablo, San Pedro, San Esteban y Santa Bárbara.

Por lo que se refiere a las de San Cristóbal y Santa Ana, la primera aparece con una vara y lleva con él al Niño Jesús, mientras que la segunda tiene en brazos a la Virgen María que su vez sostiene a su hijo.

Las figuras se expondrán al público el próximo sábado en Banyoles con motivo de la celebración de Sant Martirià, según ha informado Miquel Noguer, quien ha puntualizado que Erik el Belga "lo tendría difícil ahora para repetir el robo, porque se han instalado hasta tres alarmas diferentes".

Esas dos últimas piezas halladas proceden de Bruselas y Londres, donde sendos anticuarios las tenían a la venta después de adquirirlas en Alemania.

El delito ha prescrito

La arqueta es una joya del arte gótico que Erik el Belga expolió y que, desde el 2010, se exhibe nuevamente en Banyoles después de la recuperación de veintiuna de las veintiocho figuras.

Preguntado sobre el proceso de recuperación, Carles Mascort únicamente ha constatado que se ha pagado por ellas, "porque fueron robadas en 1980 y la normativa internacional de devolución automática de piezas de arte es de 1993, así que no queda otro remedio más que la adquisición".

En su trabajo, Mascort ha tenido incluso que lidiar con la casa de subastas británica Sotheby's, que tuvo en su poder dos de las figuras de Banyoles, las de Santa Lucía y San Benito.

Además, este abogado ha recordado que "el delito ha prescrito" y ha calificado a Erik el Belga como "el ladrón de arte más importante de Europa" y ha recordado que reside actualmente en la Costa del Sol.