El director cinematográfico Woody Allen juega con el drama y la comedia en Melinda y Melinda, pero a la hora de elegir género para las elecciones de su país, no duda en respuesta: "Reelegir a Bush sería una tragedia automática. Es un personaje con momentos cómicos, que te puede llegar a hacer reír, pero con un trasfondo trágico".Woody Allen fue, en cambio más optimista cuando habló de Nueva York. "El recuerdo del 11-S no ha cambiado la ciudad. Todo está igual que antes de los atentados. La gente va a los teatros, a los restaurantes, al beisbol con toda normalidad y no piensa mayormente en lo que le pueda ocurrir".En su nueva película dos personajes hablan de su deseo de irse a vivir a Barcelona. Allen volvió a mostrar su fascinación por la capital catalana y reiteró su deseo de rodar una película en Barcelona. "Es una ciudad espectacular y me sentiría feliz de poder vivir allí los meses que durara el rodaje", aseguró el cineasta.Esta afirmación se complementaba con lo que dijo poco después: su firme interés en rodar fuera de EEUU ("en el extranjero", fueron sus palabras), tras la experiencia de haber filmado su última película en Londres, sin la más mínima injerencia en su trabajo como creador. Allen confiesa que su lenguaje fílmico es mejor reconocido en Europa que en su país.