No pasa por su mejor momento pero, desgraciadamente, no es una novedad y casi no es noticia. Los recortes que se impusieron en una época en la que la crisis atacó con virulencia y un Gobierno que no creía en el proyecto se han prolongado y no tiene visos de que la situación vaya a cambiar pero, sin embargo, el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) no se resigna simplemente a sobrevivir y, desde la apretura impuesta, busca reinventarse.

«Hacemos exposiciones que tienen sentido con la realidad que vivimos -señala Juan Guardiola, actual director del centro después de que ganara un concurso hace tres años-. Cuando yo entré en este museo el concepto que se trabajaba era arte y naturaleza y yo le estoy pegando un giro a la idea para llevarla hacia el cambio climático. Ya no podemos pensar de una manera bucólica y romántica en la naturaleza porque el paisaje no es algo geológico y físico sino que tiene un aspecto simbólico que conlleva temas políticos, históricos…», afirma Guardiola que sigue con su argumentación: «Por eso hemos hecho, por ejemplo, una exposición de minería (la que se expone actualmente). La gente no veía el arte contemporáneo en ella al principio pero está todo muy relacionado. Y es lo que intentamos, darle este giro para trabajar bajo estos prismas de urgencia y educación ante los problemas medioambientales que tenemos».

Y es que de la necesidad y de las carencias, Juan Guardiola ha conseguido construir un discurso con el que tratar de revalorizar el CDAN. «Estamos trabajando de manera muy diferente a como se hacía, desde que he llegado he conocido mejor el territorio y eso me ha llevado a trabajar con otros agentes. Es más interesante que yo trabaje con los mineros de Teruel que con el Reina Sofía porque es que no tengo esa capacidad. No soy la Tate ni el Pompidou pero sí hay otros sectores con los que sí tiene sentido trabajar con ellos, estamos muy establecidos en el territorio y esa es nuestra fortaleza».

De ahí, precisamente, de la colaboración con el festival Periferias, surgió la exposición que ahora mismo se puede ver en el centro, Tierra, centrada en la «descarbonización» y que se ha prorrogado hasta abril después de que una muestra, comisariada por el CDAN en colaboración con el MUSAC, sobre la relación entre el feminismo y la abstracción, no se haya podido exponer en Huesca por la financiación. Posteriormente, tras esta muestra, el centro acogerá una centrada en el artista canario César Manrique en su centenario, mientras que a partir de octubre se mostrará Montaña, otra exposición patrocinada por Periferias. Un proyecto, este último, que tendrá varias patas, el Espacio Pirineos en Graus, Benasque, el Espacio Portalet y Ara. «La idea es expandir el CDAN», sintetiza Guardiola.

Así, el Centro de Arte y Naturaleza, sin dotación para adquirir nuevas obras desde hace ya varios años, sí se ha centrado en crear un programa de residencias artísticas que pueda reforzar su seña de identidad en el territorio, tal y como explica Juan Guardiola: «Hemos conseguido dos residencias con la Fundación 3piedras en Ara, cerca de Jaca, resultado que se expondrá en el CDAN y, además, Benasque nos patrocina una residencia y estamos en conversaciones para que el Espacio Portalet y Hecho consigan otra residencia para llevar artistas y que expongan sus trabajos aquí. Es ahí donde nos estamos moviendo». Y en esa línea de trabajo, la intención es abrir más la mira: «Queremos trabajar con agentes no estrictamente culturales, con la Universidad de Zaragoza y el Observatorio de Jaca, por ejemplo. Intentamos encontrar interlocutores que no solo sean artísticos, lo ideal sería conseguir residencias mixtas de científicos y artistas pero no tenemos la capacidad ahora para poderlo hacer», concluye un Guardiola al que le quedan otros tres años de dirección según el concurso del que resultó ganador en el 2016.

Sobre el proyecto de que la finca de Beulas pasara a formar parte del museo tras su fallecimiento prefiere no hablar: «Es un asunto del ayuntamiento así que ahí no tengo nada que decir», concluye el director, que sí asegura que las obras de Beulas han pasado a los fondos del museo.

El presupuesto se desploma

El Patronato de la Fundación Beulas, conformado por 18 miembros (todos ellos políticos), se reunió el mes pasado para aprobar el presupuesto de este 2020 y tal y como estaba previsto no hubo sorpresas. Para este año, el centro volverá a tener asignados 277.000 euros, 137.000 euros por parte del Gobierno de Aragón, 75.000 de la Diputación Provincial de Huesca y 65.000 del Ayuntamiento de Huesca. Unas cifras muy alejadas, evidentemente, de los primeros años del centro en los que, en plena pujanza económica y con la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza del 2008, el CDAN llegó a contar con un presupuesto de 1.930.000 euros. Era una época en la que el concepto de arte y naturaleza estaba en pleno auge en el centro y se encargaban obras a artistas internacionales para que intervinieran en el territorio. Juan Guardiola asumió el cargo en el año 2016 tras un concurso público que ganó con un proyecto en el que se ajustaba a un presupuesto más del doble del que en realidad ha acabado contando. Y es que el Patronato de la Fundación Beulas no tiene ninguna intención, al menos en esta legislatura, de ampliar su aportación al centro de arte contemporáneo.