INTERPRETE Grigory Sokolov (piano)

PROGRAMA: Bach y Chopin

LUGAR: Sala Mozart del Auditorio

FECHA: Jueves, 21 de octubre

ASISTENCIA: Dos tercios de entrada

Para sus incondicionales, entre los que me encuentro, cada visita de Grigory Sokolov a Zaragoza es un acontecimiento musical de primerísima magnitud. Su paso ayer por el ciclo de Grandes Intérpretes cumplió, como siempre, todas las expectativas. Sokolov tiene una cierta fama de ser raro (así, a vista, lo parece), pero cuando se sienta al piano y comienza a sacar música a raudales y sonidos fabulosos de esa caja de madera con cuerdas y teclas, lo que procede es ponerse de rodillas ante el milagro.

El pianista petersburgués no se lo pone fácil al público: organiza sus programas por afinidad musical, sin demasiados esfuerzos en ganarse a la galería. La primera parte de su recital de ayer se compuso de la compleja Partita nº6 y el díptico Fantasía y fuga en la menor de Bach. La articulación increíble de Sokolov y su gran sentido del color estuvieron al servicio de una presentación óptima de las obras, con carácter netamente pianístico y un apabullante impulso rítmico, que salía de las propias entrañas de la música.

Tras el descanso, era Chopin quien tomaba el protagonismo, pero no ese Chopin un poco mono y ñoño que tanto gusta por ahí, sino otro más intenso, con obras desesperadas, transidas de tristeza y con violentos arranques que parecen querer renunciar al estado de ensoñación. Los cuatro impromptus fueron tocados en su orden de composición, con la Fantasía-Impromptu en cabeza (en versión basada en el manuscrito original, que muestra algunos -no muchos- cambios respecto de la edición común). Después, los dos Nocturnos Op.62 y la impresionante Polonesa-Fantasía , en cuya sección final Sokolov parecía emplear dos pianos, de pura potencia que le sacaba al que había en escena.

El concierto fue largo, e insisto que nada fácil. Quienes aguantamos al final aplaudiendo (sólo una parte del público), disfrutamos de seis propinas, cuatro de ellas de Chopin, que no está nada mal.