TITULO: 7000 años de arte persa

LUGAR: La Lonja

FECHAS: Hasta el 16 de mayo

HORARIO: De martes a sábado, de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas. Festivos de 10 a 14 horas. Lunes cerrado.

Si se miran estos objetos sabiendo que han permanecido siglos encerrados en sepulcros como ajuares funerarios, en su mayor parte, se comprende no sólo el misterio de su conservación, sino que también se cargan de valor añadido, de sentido histórico. Esas estatuillas sueltas del hombre y la mujer desnudos descubiertas en 1962 en la suntuosa tumba 36 de Marlik-Tepe, al Norte de Irán, que fueron enterradas hacia el año 1200 antes de Cristo mantienen desde entonces el grito de dolor y de súplica, los brazos delgados y los atributos sexuales bien definidos.

Pero, cuando el artista elaboró esas dos estatuillas, ya llevaba otros mil doscientos años enterrado el busto masculino de barro mezclado con arena y paja cortada, a mitad de tamaño natural, hallado en la tumba 141 de Shahdad, en el sudeste de Irán. Probablemente, esta figura tenía la función de representar al fallecido y mostrarlo en posición de oración, lo que le sería ventajoso en el más allá.

No se puede pasar sobre esta exposición como por un bazar de antigüedades, sino con la profunda convicción de que todos los objetos están unidos por un hilo fuerte de la historia a nuestra cultura y a nuestro tiempo, aunque vengan de muchas confluencias.

En Occidente se tiende a identificar la cultura de Irán con el mundo islámico y a olvidar su herencia milenaria, advierten los organizadores. Esa pareja abrazada sobre un lecho, en la que ambos se acarician, datada en el siglo XVI antes de Cristo, que tiene una réplica en el Louvre, da otro salto en la representación, cuyos vestigios podrían recogerse siglos después en Pompeya.

Conviene mirar especialmente todo lo que hay del siglo V antes de Cristo, porque cualquier vaso o collar expuesto pudo pertenecer a alguno de los grandes aqueménidas: Darío, Jerjes...