Puede que Vengadores: Endgame lograra recaudar más de 2.000 millones de dólares en diez días, pero el centro del Universo Cinematográfico lo sigue ocupando el Festival de Cannes. Y eso es así pese a las críticas que el certamen recibió el año pasado por la relativa falta de autores consagrados en su selección. Cierto que, a cambio, aquel plantel incluyó considerables dosis de riesgo, frescura y talento joven, pero aun así no fue capaz de acallar a quienes consideran que el evento más importante del mundo necesita satisfacer dos tipos de demanda: por un lado, atraer a los grandes nombres; por otro, prestar atención a los nuevos valores. Ese es uno de los desafíos a los que el festival se enfrenta en su 72ª edición, que da inicio esta noche. Por supuesto, hay más.

GRAN RESERVA

Atrapados en el tiempo

Se entiende que el festival haya escogido lo nuevo de de Jim Jarmusch, la comedia de zombis The dead don’t die, como su película inaugural de este año; el de Ohio ha sido amigo del certamen desde 1984, cuando ganó la Cámara de Oro gracias a Extraños en el paraíso. El desfile de directores veteranos será constante. Pedro Almodóvar presentará fuera de nuestras fronteras Dolor y gloria. Tanto Ken Loach por un lado como los hermanos Dardenne por el otro competirán por convertirse en los primeros directores con tres Palmas de Oro en su haber; Abdellatif Kechiche y Quentin Tarantino, por su parte, intentarán conseguir el prestigioso galardón por segunda vez, y Terrence Malick, que también lo ha ganado en una ocasión en el pasado, intentará convencernos de que no ha perdido el norte del todo. Fuera de competición, además, presentan película dos antiguos chicos malos reconvertidos en mansos abuelos, Werner Herzog y Abel Ferrara. Es una lista de nombres imponente, sí, pero que no habría desentonado en Cannes 1997.

NUEVOS ASPIRANTES

Apuestas de futuro a medias

Por otra parte, eso sí, uno de los aspectos más sorprendentes de la selección de este año es la cantidad de directores que aspiran a la Palma de Oro por primera vez. A juzgar por ello, podría hablarse de un festival comprometido con el descubrimiento de nuevos talentos… de no ser porque muchos de esos debutantes ya llevan tiempo mostrando su valía sin necesidad de competir aquí. Hasta cierto punto, de hecho, que autores consagrados como Ira Sachs y Corneliu Porumboiu no hubieran optado nunca antes al premio debe considerarse una anomalía. La única evidencia de juventud genuina en el concurso la aportan el francés Ladj Ly, que se estrena en el largo con Los miserables, y alguna de las mujeres que lucharán por el preciado oro.

FEMINISMO DE BOQUILLA

Agnès Varda, sí, pero poco más

El cartel promocional del festival de Cannes 2019 muestra a la recientemente fallecida directora francesa Agnès Varda a los 26 años, durante el rodaje de La Pointe-Courte (1955), de pie sobre los hombros de un miembro de su equipo; la imagen retrata un gesto de empoderamiento femenino que, a decir verdad, luego no acaba de reflejarse en la competición. En respuesta a las críticas que cada año recibe a causa del dominio masculino en la selección, es cierto, este año el certamen asegura haber diversificado su equipo programador para acercarse a la paridad entre hombres y mujeres, pero en todo caso no hay más que cuatro mujeres directoras en la sección reina: Celine Sciamma, Jessica Hausner, Justine Triet y la debutante Mati Diop. Lo peor no es que la cifra sea escasa sino que, en realidad, es un récord. En su defensa el director del festival, Thierry Frémaux, insistió hace unos días en que el porcentaje no es sino un reflejo de la situación actual en la industria, justo antes de anunciar que este año habilitaría un área de lactancia materna y cambio de pañales. Para compensar, claro.

NETFLIX Y EL 'STREAMING'

Ese asunto del que todos hablan

Por segundo año consecutivo, Cannes ha vetado las películas de Netflix de su competición, aunque el enfrentamiento entre ambas partes se ha visto mitigado por una razón tan sencilla como rotunda: ninguna de las grandes producciones de la empresa de contenidos bajo demanda del 2019 habría estado lista a tiempo para competir. En todo caso, el conflicto ha dado un giro inesperado: la Quincena de Realizadores, una de las secciones paralelas del festival -y un concurso autónomo-, incluye en su selección una película de Netflix: Wounds, protagonizada por Dakota Johnson y Armie Hammer. ¿Cabe su presencia ser interpretada como un gesto? Por otra parte, también el otro titán del streaming estará presente en la Costa Azul estos días: Nicolas Winding Refn presentará dos episodios de la teleserie que ha dirigido para Amazon, Too old to die young.

LA ESCUADRA ESPAÑOLA

¿Y para cuándo Almodóvar?

Resulta muy difícil de entender que un cineasta de la estatura artística de Almodóvar siga sin tener la Palma de Oro; su presencia aquí este año representa nada menos que su sexto intento de hacerse con el premio. También debemos considerar como habituales de la muestra -aunque menos- a varios de los otros cineastas españoles que este año presentan película, aunque fuera de la competición oficial: tanto Albert Serra -con Liberté- como Oliver Laxe -con O que Arde- forma parte de la selección por tercera vez en sus respectivas carreras. Sergio Caballero, en cambio, nunca antes había visitado la Croisette: su corto Je te tiens verá la luz en la Quincena de Realizadores.