La policía australiana dio a conocer ayer la desaparición de un cuadro del pintor impresionista francés Paul Cézanne (1839-1906) valorado en 33 millones de euros (casi 5.500 millones de pesetas), de una propiedad de la costa norte del estado australiano de Nueva Gales del Sur. La obra, fechada en 1873, en la que aparece el hijo del artista sentado en una trona, desapareció junto a una veintena de cuadros de otros artistas valorados en total en unos 10 millones de euros (1.664 millones de pesetas).

El robo de las obras de arte se llevó a cabo en la localidad de Limpinwood, en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, en el taller de John Opit, un restaurador que estaba trabajando en la recuperación de las telas.

La policía comprobó que el sistema de alarma del taller había sido desactivado justo antes del robo, lo que indica que los autores son profesionales que sabían perfectamente lo que buscaban. Según informó la policía, Opit descubrió el pasado jueves que las veintena de obras habían desaparecido de su taller. De confirmarse estos datos, se trataría del robo de obras de arte más importante en la historia de Australia.

No obstante, algunos expertos han puesto en duda la autenticidad del cuadro atribuido a Cézanne, del que dicen que no habían oído hablar nunca. Una portavoz de la National Gallery of Victoria declaró ayer que el museo desconocía la existencia del cuadro del pintor francés. Asimismo, Lou Klepac, un historiador de arte experto en Cézanne, ha declarado que tampoco estaba al corriente de la existencia de la pieza.