Siempre se han caracterizado por ser una banda lejana a la música comercial y, sin embargo, son archiconocidos. Tras casi tres décadas subidos a los escenarios, los chicos de Extremoduro publican su undécimo disco, un trabajo que continúa con el espíritu rompedor y transgresor del grupo y que presentan hoy en Príncipe Felipe mediante un concierto a las 22.00 horas.

--El último trabajo de la banda, Para todos los públicos, consiguió ponerse en lo más alto nada más publicarse. ¿Cuál es la clave del éxito de Extremoduro?

--Creo que la fórmula del triunfo pasa por no obligarse, sacar nuevos trabajos cuando tienes algo que te gusta y no porque la compañía te lo demande. A veces, recibes presiones, pero siempre nos hemos resistido. Estar satisfecho es muy importante y nosotros lo estamos.

--Antes de que viera la luz, este disco fue filtrado, algo que les indignó tremendamente.

--Sí. Un señor decidió robar el disco antes de que saliese publicado y lo vendió tanto físicamente como a través de la red. Todo aquello pasó, el problema es que la piratería sigue muy presente.

--Se la critica mucho, pero, ¿cómo se acaba con esta lacra?

--Creo que la clave para solucionar este tema pasa por la educación y la concienciación social. La gente tiene que entender que hay cosas que se pueden hacer, pero no se deben de llevar a cabo. Si la sociedad no entiende que esto es nuestro trabajo y que vivimos de ello, poco podemos hacer.

--Definen su estilo como rock transgresivo. ¿En qué consiste este género?

--Bueno, yo soy un poco de pueblo y eso de catalogarme como rock urbano no lo veía (risas). Nosotros lo que intentamos es hacer pensar, que la gente reflexione con lo que dicen nuestras canciones y que eso les produzca un sentimiento determinado. Siempre nos ha gustado hacer temas que rompan con los esquemas establecidos, que ayuden a ir más allá quienes los escuchan.

--Siempre se han caracterizado por ser un grupo contestatario y provocativo. ¿Esa postura les ha ayudado a promocionarse?

--En mi opinión, una de las claves del éxito que hemos podido tener es no sacar discos apresuradamente. Intentamos hacer lo que nos pide el cuerpo, sin ninguna limitación. Decir las cosas claras está bien, sobre todo hoy en día, cuando hay tanta hipocresía. Hay que atreverse a ser claros.

--Tras casi 30 años en los escenarios, ¿qué le queda por hacer a Extremoduro?

--Aún nos queda por hacer nuestra mejor canción, que no es poca cosa. Nuestro objetivo es seguir, nos queda mucho camino.

--Con el anterior trabajo, Material defectuoso, dieron el salto definitivo al panorama internacional. ¿Tienen pensado ofrecer conciertos en el extranjero en esta gira?

--Sí que tenemos la idea de ir fuera, pero no está claro todavía. Tenemos la intención de ir a América que, según parece, será hacia diciembre y también estaremos en alguna capital europea. Pero ya digo que por el momento no hay nada definido. De momento preferimos centrarnos esta gira porque va a ser larga y queremos estar al cien por cien.

--Una gira que comienzan en Zaragoza. ¿A qué se debe esta decisión? ¿Responde bien el público de aquí?

--¡Hombre, claro! Zaragoza siempre se ha portado muy bien con nosotros. Hemos estado varias veces durante las Fiestas del Pilar. Hemos hecho conciertos muy bonitos y los maños han sabido responder perfectamente.