The Rock más efectos especiales. Este es el esquema predilecto del rocoso actor Dwayne Johnson, simpático pero bastante limitado en cuanto a registros. Con todo, siempre ofrece lo que se espera y nunca pretende engañar al espectador: conoce sus limitaciones y no va a embarcarse en películas en las que no pueda dar la musculosa talla. Proyecto Rampage está en la línea del cine robusto-digital que el actor y el director Brad Peyton ya han practicado juntos en Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa y San Andrés. Aquí añaden a la mezcla más destrozos urbanos como si se tratara de una película de catástrofes -en San Andrés estaba justificado por un terremoto, pero aquí es la presencia de animales gigantescos que han mutado genéticamente y asolan la ciudad- y singulares homenajes a King Kong y todos sus derivados, ya que el enorme gorila plateado con el que The Rock se hace unas bromas acaba asumiendo las funciones del rey Kong del clásico fantástico.

Proyecto Rampage funde acción, aventuras, ciencia ficción, fantástico con criaturas terroríficas y cine de catástrofes, con toques de ecologismo producto de las buenas relaciones que el protagonista entabla con el gorila, no así con los humanos.

Este es el hábitat más natural para que The Rock, convertido en sí mismo en un efecto especial, como se ha escrito con gracia, combata monstruos de afiladas dentaduras y púas por todo el cuerpo y lobos gigantes capaces de volar, pilote helicópteros, dispare balas o misiles y soporte el dolor tan estoicamente que se diría ungido por las cualidades de un superhéroe de Marvel. Lo mejor del filme es un plano cenital en el que el gorila se zampa a uno de los villanos.

??

ESTRENO 13 DE ABRIL

Proyecto Rampage

Brad Peyton