Aranda de Duero (Burgos), Vilabertrán (Gerona), Ortigueira (La Coruña) o La Unión (Murcia) son pequeños pueblos que no dan que hablar la mayor parte del año, pero durante la época estival son noticia gracias a los festivales de música, reclamo de miles de visitantes. Aunque se alejan del perfil de destino turístico preferido por la mayoría, su iniciativa de promover o acoger propuestas culturales como el Sonorama, la Schubertíada o el Festival Internacional del Cante de Las Minas los sitúan en los mapas, les generan grandes beneficios y les convierten en protagonistas informativos. Sus habitantes comparten espacio con miles de visitantes atraídos por el reclamo de propuestas muy variadas, que van desde el pop, celta, indie, rock, reggae, country y el flamenco hasta la música clásica.

Aranda de Duero, con 33.000 habitantes, abre sus calles a más de 40.000 espectadores de los conciertos que este mismo fin de semana protagonizan 114 artistas. El flamenco tiene su principal cita en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión (Murcia), que este fin de semana celebra su tradicional concurso y por cuyas galas han pasado este mes Estrella Morente, Miguel Poveda, Sara Baras y Carmen Linares, entre otros, con 60.000 asistentes estimados para un pueblo de poco más de 19.000 vecinos.

Vilabertran, de 917 habitantes censados, es la encargada de mantener viva la Schubertíada, conciertos de prestigio internacional en honor al maestro Franz Schubert, que comienzan mañana y que atrae a más de 2.000 espectadores, muchos de ellos extranjeros, en cada edición. En Galicia, la pequeña localidad de Ortigueira acoge desde hace 36 años el Festival del Mundo Celta, una fiesta declarada de interés turístico internacional, que en la edición de este año convocó a más de 50.000 visitantes, ocho veces más que la población con la que cuenta el municipio.