Nueve días de huelga de hambre. Este es el tiempo que ha tenido que pasar para que el responsable de la programación de La Campana de los Perdidos, José Angel Rodicio, consiguiera su objetivo: volver a tener música en su bar.

El ayuntamiento aprobó en el pleno de ayer la propuesta que, a partir de septiembre, permitirá a los bares que tengan música en directo obtener la correspondiente licencia. El texto contempla una modificación referida a las distancias mínimas que tienen que mantener los locales que organicen conciertos y cualquier actividad cultural. "Estoy contento, el primer paso ya está dado" afirma Rodicio.

Tras estar nueve días a base de agua con limón, suero con azúcar y Acuarius y haber perdido siete kilos de peso, el dueño de La Campana asegura encontrarse bien. "De momento sólo he tomado zumo de naranja y un melocotón. Hasta dentro de tres o cuatro días no podré comer con normalidad" explica. Aunque parezca increíble, Rodicio asegura que durante el tiempo que ha durado la huelga no ha tenido mucha hambre: "estaba tan concienciado de lo que tenía que hacer que he mantenido la calma en todo momento".