A las doce del mediodía de hoy se habrán cumplido yados días de la huelga de hambre que José Angel Rodicio, propietario del bar La Campana de los Perdidos, inició el pasado miércoles. Los políticos a los que quiere alertar Rodicio todavía no se han pronunciado. "Estoy convencido de que no me llamaran hasta que empiece a estar mal de verdad", afirmó ayer convencido a este medio de comunicación. El responsable de este local tan popular en la ciudad, cuyo equipo musical está precintado desde el pasado 15 de mayo, asegura encontrarse "bien y tranquilo. Hasta el momento sólo he tomado agua con un poco de limón".