Escuchar voces que hablan en primera persona del universo femenino porque la perspectiva de las mujeres sobre el mundo y cómo estas se enfrentaban a los problemas ha estado silenciado porque la visible era la mirada del hombre. Esto es lo que propone la exposición Tejiendo identidades, de la artista taiwanesa Hou I-Ting, que expone por primera vez en Europa y lo hace en el Centro de Historias de Zaragoza, dentro del festival PhotoEspaña. Aquí el relato de la historia se mezcla con las vivencias personales para dar a conocer la subjetividad de género pero también la económica, la política, etc, según contó el comisario de la muestra Alejandro Castellote. Junto a él, presentaron la exposición, que podrá verse hasta el 15 de septiembre, Sara Fernández, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza; María Pallás, coordinadora general de PhotoEspaña; y la propia artista.

Hou I-Ting explicó que esta exposición es el fruto de diez años de trabajo y el tema común de las 24 fotografías y el vídeo que forman parte de Tejiendo identidades es «el rol de la mujer a lo largo de la historia», especialmente de las «mujeres trabajadoras que fueron formadas cuando Taiwán era una colonia de Japón». Una historia extrapolable a cualquier lugar del mundo.

La muestra se compone de cuatro series. En la primera, El cuerpo en conflicto, la artista muestra «la influencia de la cultura global en las identidades locales» y como «esta influencia cambia la identidad de las mujeres». Esos recuerdos hacen referencia a cuadros como Dama con armillo, de Da vinci, la Venus naciente de Boticelli o El retrato de Arnolfini de Van Eyck. Las fotografías que aparecen, todas de gran formato, son autorretratos de la propia Hou I-Ting, en las que aparece en un mercado, «de los que ahora casi no quedan». A las fotografías, la artista les añade bordados, casi siempre a ella o a figuras añadidas, que trasladan al espectador a esas obras reconocibles y que contrastan con la vista del mercado con animales muertos.

La segunda, Bopiliao, se refiere a ese «cambiarse la piel para transformar la propia identidad, siempre exagerada».

A partir del 2015, comenzó trabajos colaborativos con mujeres, de las que en Zaragoza se muestran dos series (en la cripta), que dan a conocer un «posicionamiento creativo personal» de como vive su condición de mujer; y «cómo se relaciona la gente en sociedad».

En Las bordadoras del pasado, Hou I-Ting recupera fotos del Taipei Fine arts museum que muestran esa época colonial y como «se formaba a las mujeres para que aprendieran a coser, economía familiar, las llevaban de excursión para que hicieran deporte...», explicó Castellote. Esa formación remarcaba la «fuerza del trabajo basada en las mujeres para aumentar la producción bélica». Los bordados de ropas, telas y trajes son aquí hechos conjuntamente con otras mujeres, que dotan de color las imágenes.

La cuarta serie, Uniforme blanco se inicia con un vídeo donde se produce industrialmente las cajitas de comida individual (bento), un trabajo antes hecho por mujeres. Además, le pidió a un grupo de ellas que decoraran el arroz reproduciendo los dibujos de las cubiertas. Y fotografió el resultado, un delicado trabajo en el que con algas transforman la imagen del arroz formando desde textos publicitarios hasta propaganda bélica.