En silencio y sin música. De esta forma se desarrollará, casi con toda probabilidad, el Roscón rock el próximo miércoles, día de San Valero, como fórmula de protesta por la escasa atención que recibe el colectivo de músicos por parte de las instituciones públicas.

"Nos manifestaremos de forma pacífica y silenciosa". Así lo anunció ayer Carlos Morte, organizador de este encuentro que cumple nueve años y que tiene como objetivo acercar a la sociedad la música que se hace en Zaragoza y Aragón. La concentración tendrá lugar el miércoles 29 desde las 18.00 y hasta las 19.00 horas en el paseo Independencia y mientras dure la misma se repartirán octavillas a los viandantes con los puntos que se reivindican.

Desde 2005, cada año se reúnen decenas de grupos para solicitar una serie de mejoras encaminadas a que los conjuntos musicales puedan desarrollar su actividad de un modo más cómodo, sin impedimentos administrativos, para así potenciar el la riqueza cultural.

Sin embargo, esta edición de Roscón rock será muda "salvo que el ayuntamiento cumpla" con tres reivindicaciones básicas que exigen desde la organización, según afirmó Morte. La primera de ellas hace referencia a que instituciones públicas "no pongan más trabas" a los establecimientos que desarrollen manifestaciones de tipo musical.

TRES PUNTOS BÁSICOS En este sentido, piden que se solucionen los conflictos por los que la sala DeVizio no puede acoger conciertos, la apertura de la sala King-Kong, así como el fin de los obstáculos que afectan a entidades como Interpeñas, "que tanto se preocupan por la música aragonesa".

También reclaman que desde las administraciones se apueste y se ofrezca el mismo tratamiento a todo tipo de música, sin distinción alguna entre estilos y grados de consolidación. Con respecto a este punto, Morte aseguró que existe "un compromiso verbal para que se mejore la situación" por parte del consistorio zaragozano.

El tercero de los puntos demanda una mayor transparencia cuando los grupos soliciten disponer del estudio de grabación del Centro de Historias, así como más subvenciones a la música y una menor opacidad en la concesión de las mismas.

La creación de la Casa de la Música, donde se informe y asesore a los músicos, mejorar la infraestructura de centros cívicos, menos listas de espera en las instalaciones destinadas al uso musical, la adecuación normativa para que los menores puedan a acceder a los conciertos (actualmente no pueden debido a la venta de alcohol) y potenciar el pacto entre músicos en pro de la música aragonesa son otras de las reclamaciones que recoge el Roscón rock de 2014.

Si bien Carlos Morte desaprobó la labor de todas las instituciones aragonesas en materia musical, sí matizó la actitud de unas frente a otras. Tras sus críticas al consistorio zaragozano, declaró que "no queremos decir que los del ayuntamiento sean los malos de la película, pero es al único que le podíamos pedir algo", mientras que "la DGA ni siquiera nos escucha". La opinión de Morte sobre el Ejecutivo de Rudi es "fatal" porque, según aseguró, en el último lustro "las ayudas a la música se han reducido en un 182 por ciento".

Tampoco se salva de la crítica Aragón Radio. A juicio de los promotores de Roscón rock desde el ente público "se veta" a determinados conjuntos musicales, algo que Morte rechaza con contundencia porque "todos los aragoneses tenemos derecho a ser escuchados en nuestra radio pública".