Que pierdan toda esperanza quienes querían más novelas de J. K. Rowling situadas en el mundo mágico de Harry Potter. La escritora ha decidido que su apuesta por la novela negra le ha salido bien y seguirá apostando una y otra vez a este color. The silkworm (El gusano de seda), lanzada a las librerías el 26 de junio, acaba de alcanzar el número uno en las listas de los libros más vendidos en el Reino Unido. Y el pasado viernes, en el festival literario de Harrogate, Rowling desveló que sus planes son escribir "no siete, sino más" novelas firmadas con su seudónimo de Robert Galbraith y con el detective privado Cormoran Strike como protagonista. Es decir: más incluso que la serie de Potter.

Esa apuesta fija al negro tendrá también consecuencias en España: tras una breve y no muy satisfactoria incursión en el Grupo Planeta con el primer libro de Cormoran Strike, El canto del cuco, que el sello Espasa adquirió cuando se supo quién era su autor, Rowling regresa a Salamandra, la editorial que apostó por la saga de Harry Potter y que pagó el pato de publicar la primera novela para adultos de Rowling tras la despedida de Voldemort y Potter, Una vacante imprevista.

Mientras que esta, de contenido social que la escritora firmó con su nombre y por el que las editoriales pagaron fortunas sin conocer su contenido obtenía unos resultados discretos, la novela firmada como Galbraith obtenía buenas críticas pero no estalló en el mercado hasta que una indiscreción (cuyo responsable tuvo que pagar una indemnización) hizo público quién se escondía tras ese nombre.

El pasado viernes, durante una conversación con el también escritor de novela negra Val McDermid, la escritora explicó, recibiendo un aplauso de sus seguidores, que ha planteado una serie "con un final abierto", precisamente porque este género, a diferencia de la serie de magos y muggles, que debía seguir una historia general, le permite publicar novelas independientes. Rowling confesó ante el auditorio un "secreto sucio": nunca lee novela fantástica.

Veterano de guerra

Según Rowling, la de El gusano de seda es la trama más compleja que ha escrito nunca, después de que en El canto del cuco decidiese darle más importancia a la presentación de sus nuevos personajes, el detective y mutilado de guerra Cormoran Strike y su ayudante Robin, el "personaje más adorable", asegura, que ha escrito. En la tercera de las novelas, avanzó, habrá "más sobre lo que le sucede a la gente después de dejar el Ejército".

La escritora reveló por qué su detective fuese un veterano de guerra con una pierna amputada: "Mi madre vivió con esclerosis múltiple y acabó en silla de ruedas".