A solo unas horas de que se haga público el palmarés del certamen, la mayoría de las quinielas barajan tres películas como principales candidatas a hacerse con el León de Oro. Birdman, la película en la que Alejandro González Iñárritu debuta en el género cómico, y a la que por otra parte podría perjudicar el hecho de figurar en las primeras predicciones de cara a los Oscar --el jurado presidido por Alexandre Desplat podría considerar que no necesita el León--; The look of silence, del realizador Joshua Oppenheimer, que en todo caso quizá sea demasiado extrema para invitar al consenso; y A pigeon sat on a branch reflecting on existence, de Roy Andersson, que logró los aplausos más unánimes y que en realidad es la gran favorita. Esta es una peculiar reivindicación de la empatía humana con la que el director cierra su trilogía existencial. O no.