Salvador Victoria. Retorna un pintor. El título de la exposición, que puede verse hasta el 13 de octubre en el Museo Pablo Serrano, es una declaración de intenciones, ya que con ella se quiere conmemorar el 50 aniversario de ese regreso a España; y se quiere hacer hincapié en que regresó "un pintor", "convertido en una autoridad en el mundo del arte y un referente tanto mundial como español", del que ahora se cumplen 20 años de su muerte, aseguró Alfonso de la Torre, especialista en arte contemporáneo. Además, supone la aportación del centro expositivo a la celebración del Día de los Museos, que tendrá lugar el domingo.

Junto a él, Marie Claire Decay, viuda del artista y presidenta de honor de la Fundación Salvador Victoria; Dolores Serrat, consejera de Cultura del Gobierno de Aragón; Javier Callizo, director general de Patrimonio; y la directora del museo Pablo Serrano, Marisa Cancela. Esta exposición es fruto de la donación de 74 obras del artista realizadas por Decay, y que pasan a formar parte de los fondos del Gobierno de Aragón. Sin embargo, en este retorno se exponen solo 65 --tres ya pertenecían a la DGA--, que muestran la evolución artística del pintor aragonés desde su retorno a España en 1965, tras haber vivido nueve años en París y haber entrado en contacto con las corrientes abstractas de la época y hasta su fallecimiento en 1994.

TRES ESPACIOS

La muestra se organiza en tres espacios que evidencian diferentes estilos de su obra, Espacio construido (1974-1980); Camino de la suspensión (1981-1994) y Espacio suspendido (1988-1994); que incluyen 23 grandes lienzos, 19 estampas, fotografías, documentos, correspondencia, etc.

Marie Claire Decay se mostró muy satisfecha porque ahora, en el museo se encuentran unidas "las vivencias de Salvador y de Pablo Serrano". Los dos eran "muy trabajadores, muy comprometidos con los derechos de los trabajadores".

La viuda de Salvador Victoria reconoció que cuando surgió la idea de la donación, pensó cuáles serían las mejores pero "en agradecimiento he pensado en dejar todos sus cuadros porque forman una unidad"; solo faltan en ese recorrido por su obra las esculturas porque "son únicas y no podía desprenderme de ellas". La mayor parte de las obras ya se han visto en Madrid y en La Lonja, en 1985, aunque tres son inéditas, que se exponen "sin enmarcar", como las creó originariamente.

Las obras se sumarán --una vez concluida la muestra-- a la programación expositiva que se desarrolle en el museo.