El cine aragonés resuena más que nunca, nominaciones y premios en grandes galardones, proyecciones en pantallas de todo el país y una serie de producciones nunca vistas hasta ahora. Por supuesto, años de trabajo previo lo respaldan y las nuevas generaciones de artistas audiovisuales permiten imaginar que el talento aragonés no va a decaer. Sara Obiols es un buen ejemplo de ello, directora y realizadora ha estado al frente del último videoclip de la trapera Albany, con Final fantasy love, una alegoría del enamoramiento.

Actualmente residiendo en Múnich como freelance, Sara Obiols se formó en el CPA Salduie Zaragoza y en Barcelona con un máster en dirección de arte en Elisava, y ha ido tocando varios palos del sector audiovisual, publicidad, edición, social media… «El interés en la dirección lo he tenido siempre. A lo largo de mi carrera he tenido diferentes gustos, algunas veces he querido especializarme en motion graphics, otras en la edición, pero hace tres años mi gusto por la dirección ha aumentado y estoy dirigiendo cosas», señala Obiols.

Su relación con Albany surgió a través de Ladradora, la empresa que representa a la trapera. «Tiene artistas bastante auténticas, diferentes, con un toque personal. Representa al talento femenino de una manera especial, yo creo que la industria musical necesita de estas personas con esa visión tan fresca», apunta la directora. Desde ahí surge un videoclip, el de la canción Final fantasy love: «Gira en torno al sentimiento del enamoramiento. Quería enfocarlo hacia un mundo de fantasía, de un estado de ánimo. Al final el videoclip es una ensoñación sexy, es como cuando nos enamoramos, que perdemos la cabeza. He tenido en cuenta los anteriores trabajos de Albany pero le he intentado dar mi toque personal y mi visión».

Las principales referencias que tomó Obiols fueron Petra Collins («me gusta mucho cómo representa la feminidad, de una manera muy sensual y con una atmósfera muy mágica») y la videoinstalación TV Garden, del coreano Nam June Paik, para representar «un amor etéreo y abstracto con alguien que no está presente».

Próximamente, Sara Obiols presentará su último cortometraje The cure is within, rodado en el 2019. «En este caso está basado en una historia de una relación amorosa, pero no quería enfocarlo por ahí. Presento un estado de ánimo, una búsqueda de tu alma, alguien que está perdido y se intenta encontrar. Es un poema visual sobre cómo los humanos nos cuesta enfrentarnos a lo largo de nuestra vida a los sentimientos que nos hacen daño», describe Obiols.

Desde su reciente trabajo en el videoclip ha podido ver un auge en el interés por este tipo de trabajos: «Debido a que los artistas no pueden hacer conciertos se están sacando muchos formatos. A nivel audiovisual, también está en auge el streaming, las empresas se están dando cuenta que en vez de traer a un experto de Japón a hacer una charla se puede hacer vía streaming. Creo que irá a más».

Aunque sus últimos proyectos han tenido en común el amor y las emociones que lo envuelven, Obiols asocia esta similitud a su forma de elaborar la parte visual: «Me gusta trabajar con imágenes potentes y metafóricas, que van más allá de una imagen bonita. Los últimos trabajos han sido sobre amor. Ha dado la casualidad porque son temas que conectan con la sensibilidad audiovisual». Después de Albany, Sara Obiols ya se plantea otras artistas con quienes querría colaborar: «Me gustaría trabajar con María Sioke o Bad Gyal, La Goony Chonga o La Zowi», concluye.