La música y el cine comparten una armonía, un ritmo y una forma de comunicar que durante décadas ha cautivado al director oscense Carlos Saura quien filma en la ciudad de Guadalajara (oeste de México) su nueva película de corte musical, El Rey de todo el mundo.

El realizador de documentales y largometrajes de ficción dedicados a los ritmos iberoamericanos y la ópera dice en una entrevista con Efe que existe una «relación misteriosa» entre la música, la luz, el baile y el cine que los han hecho indisolubles durante su carrera cinematográfica. «Es un poco de ópera, un poco de teatro, mucho de escenografía, la fotografía, el color y la música», afirma Saura desde el sillón de su camerino durante una pausa en el rodaje. «Todo eso se conjunta, sobre todo en los musicales, y por eso me gusta tanto hacer los musicales, que no es nada fácil tratar de encontrar un ritmo, tratar de unificar, no siempre lo he conseguido pero trato de buscarlo siempre», añade.

IMPROVISACIÓN

Además, el director oscense explica que el musical le permite aventurarse en la improvisación una fascinación que comparte con Vittorio Storaro, quien trabaja en la fotografía de este nuevo filme. «Nos gusta mucho improvisar, eso solo se puede hacer con los musicales porque la ficción tiene un guión con unos textos y puedes cambiar pocas cosas, en cambio en el musical todo es nuevo, porque no sabes muy bien qué va a pasar, tienes un baile previsto pero luego tienes una idea nueva y la añades a eso», asegura.

El folclore, la música popular y la riqueza cultural de México inspiraron a Saura a escribir El Rey de todo el mundo, una película protagonizada por los actores mexicanos Ana de la Reguera y Manuel García-Rulfo además del reconocido bailarín Isaac Hernández.

El proyecto surgió del gusto del director por la música ranchera mexicana, en especial por la canción Fallaste corazón que tararea en el camerino, la cual es letra del compositor Cuco Sánchez y que inicia con la frase: «Y tú que te creías el rey de todo el mundo».

«En España hemos vivido muy cerca al folclore y a la música mexicana por muchísimos años, ha tenido un impacto fortísimo. Para los mexicanos es una tradición, pero para nosotros era una novedad, con un lenguaje nuevo y una forma de cantar», concluye con entusiasmo un oscense que espera estrenar la película en Latinoamérica y España.