A nadie que viera la ceremonia de los Oscar se le escaparía que la gala de este año hacía un poco más evidente que de costumbre el "product placement", la publicidad realizada a través de la inclusión de marcas y logos. Imposible no ver que era de Samsung el móvil con que Ellen DeGeneres tomaba sus exitosos selfies. E inevitable no percatarse de que en los laterales de las cajas de pizza que la comediante repartió figuraba bien visible el nombre de Coca-Cola. La casa de electrónica, que invirtió unos 20 millones de dólares en anuncios, insistió ayer en que lo de los selfies no estaba programado y no formaba parte del paquete promocional. Pero The Wall Street Journal apunta que la cosa no fue casual. Citando fuentes anónimas, el diario explica que Samsung repartió móviles y negoció que se "integraran" en la gala. Empleados suyos estuvieron enseñando a DeGeneres a usar el aparato. Y aunque fue ella quien tuvo la idea de hacer selfies, se le "sugirió" que los tomara con un Galaxy. Tan contenta con el éxito viral se ha quedado la firma surcoreana que donará tres millones de dólares a dos organizaciones benéficas elegidas por la presentadora.