-Le iba a preguntar cómo le llega este cómic pero quizá la pregunta adecuada es ¿cómo le convence Guillermo Corral (el guionista) de que su historia, basada en el tesoro del Odissey, es la buena?

-Tienes razón porque me suelen llegar historias siempre al hilo de lo que haces, me pasó con Arrugas, con Los surcos del azar... y en este caso no sabía muy bien por dónde me iba a salir Guillermo. Lo conocí en la embajada de España en Washington, él era el agregado cultural, me dijo que tenía una historia para hacer un cómic y me eché a temblar.

-¿De verdad?

-Sí, sí... Sí que conocía la historia y me parecía potente pero lo que más me llamaba la atención de lo que me contaba Guillermo es que él lo había vivido en primera persona. Él había estado en el búnker del tesoro, tenía fotos... Me pareció que el hecho de que una historia tan conocida fuera contada por alguien desde dentro le daba otra dimensión.

-Una historia en la que han huido del sentimentalismo que nos transmiten siempre los piratas.

-Siempre tenemos esa idea romántica, vemos una película de Indiana Jones en la que este llega a un templo, coge el ídolo y se lo lleva y pensamos que es un héroe. Se trataba de poner las cosas en su realidad y ver que lo que hacen este tipo de aventureros ya está fuera de época. Se ha hecho durante mucho tiempo pero ahora ya cualquier arqueólogo serio no hace ese tipo de cosas.

-Que es lo que pasó en esta historia...

-Exacto, aquí lo que hicieron es buscar el interés económico, no como el arqueólogo que lo que quiere es preservar el yacimiento, que no se destruya, datarlo, conocer la historia… Esta gente realmente lo que hace es buscarle un beneficio económico y por eso solo le interesa el tesoro. En el caso del Oddisey destrozaron todo el pecio de la fragata española para recuperar las monedas. Así que se trataba de ponerles en su sitio y de hacer protagonista a esa gente que normalmente no lo es y que si aparecen en una historia suelen ser los malos. Hablo de toda esa administración que siempre pensamos que intenta fastidiar o quitarle el tesoro al héroe, se trataba de cambiar el foco.

-¿Se ha sentido cómodo dibujando una historia que no es suya?

-Con Guillermo teníamos muchos referentes en común en el mundo del cómic y sabíamos qué nos gustaría hacer sin olvidar al cómic clásico de aventuras tipo Tintín, queríamos llevarlo a la actualidad. Luego, me ha dado mucha libertad para llevar la historia a mi terreno porque a mí me daba mucho miedo trabajar con un guion ajeno porque no lo suelo hacer y las veces que lo he hecho me quedo con la sensación de que no te involucras del todo, no funciona. Le dije que él escribiese un relato, que no hiciese un guion de cómic cerrado para que tuviese yo la posibilidad de adaptarlo y llevarlo al cómic, coger trozo, añadir y quitar pero siempre consensuando las cosas.

-¿Cómo consigue apelar a las emociones tan directamente con sus cómics?

-Hace mucho el tipo de narrativa. A mí no me interesa el virtuosismo del dibujo y la espectacularidad, tampoco creo que fuera capaz de hacerlo pero me interesa más dejar a los personajes que actúen, ayuda a que el lector se meta más en la historia. Tanto plano, contraplano y detalle, al final son artificios que le dan agilidad y espectacularidad al relato pero se pierde en realismo.

-¿Se siente responsable del repunte del cómic con Arrugas?

-Fue un momento en el que ya había un premio Nacional, en el que los cómics ya no solo estaban en las librerías especializadas y a la gente ya no le daba apuro comprar cómic, la prensa empezó a hablar de ello… Estaban todos los elementos para poder hacer algo que trascendiese más allá del mundo del cómic. Y el tema de lo social con María y yo, de Miguel Gallardo, y yo con Arrugas de repente funcionó. ¿Por qué? El tema era muy mediático y de repente los medios podían hablar del cómic sin tener que justificarse. Pero pienso que fue el momento, que si Arrugas hubiese salido 5 años antes probablemente hubiera pasado desapercibido.

-¿Qué se sabe de la serie de El tesoro del cisne negro?

-Será una miniserie para Movistar y serán seis capítulos. Ahora están con el guion y su idea es rodar en primavera.