A decir verdad, igual de asombrosa que su ausencia en las principales candidaturas lo fue en su día su presencia en las quinielas. Pese a que en el pasado Festival de Venecia aplaudieron Animales nocturnos a rabiar, la crítica y también el público le han hecho el (poco) caso que merecía. Aun así, entre los nominados a mejor actor de reparto está Michael Shannon, lo único salvable de la película. A veces la Academia acierta.

Quien lo conozca sabrá que el trabajo de una estrella como Natalie Portman en Jackie no luciría tanto de no ser porque él estaba tras la cámara. Pero es que además de Jackie Larraín dirigió otro antibiopic, Neruda, cuya ausencia en la lista de candidatas para los premios de este año clama al cielo. Por otra parte, cuanto más tiempo tarde el chileno en hacer el tipo de cine que Hollywood premia, mejor para él… y para nosotros.

La ampliación del número de aspirantes al Oscar a mejor película se hizo para buscar favorecer la inclusión de títulos de vocación más comercial. Como, sin duda lo es este. Y, si por un lado es solo cuestión de tiempo que el cine de superhéroes llegue a colarse entre las candidaturas de la categoría reina, era poco probable que la Academia concediera ese honor a una película como Deadpool, que incluye chistes de cacas.

Cierto que Ruth Negga logró hacerse con un puesto en la final por el título de mejor actriz, pero una película como Loving no compite por nada más, pese a ser un tipo de cine que a los académicos les chifla: es una historia de época que habla de algo socialmente relevante e incluye grandes interpretaciones. Quizá algún discurso melodramático más y algunos violines extra en la banda sonora habrían aumentado sus opciones.

Adam Driver es un actor extraordinario, y en el último año ha ofrecido a los espectadores las dos mejores interpretaciones de toda su carrera. Pero una de ellas viaja a bordo de Silencio, que, como ya se ha dicho, la Academia decidió tachar de su lista; y en el caso de la otra, que ocupa el centro de esa maravilla llamada Paterson, tenía la estadística en su contra: nunca antes un actor ha sido nominado por dar vida a un conductor de autobús.

Tiene la película un director, Clint Eastwood, al que la Academia siempre ha tratado bien; y un protagonista, Tom Hanks, al que el carisma se le cae de los bolsillos. ¿Por qué, entonces, Sully solo aspira a conseguir un Oscar, y encima técnico? Tal vez porque recrea un accidente de avión sin muertos y, por tanto, le falta drama. En todo caso, un dato: Hanks tiene dos estatuillas, pero no le nominan desde hace 16 años. Muy raro.

Hubo un tiempo en el que la candidatura de la factoría Pixar en la categoría de mejor película de animación se daba por prácticamente por sobreentendida. Ya no. La secuela del primer largometraje que dio un Oscar a los estudios ha sido ignorada en beneficio de, entre otras, pequeñas obras extranjeras como La tortuga roja o La vida de Calabacín. Sea cual sea el motivo, para Pixar es toda una señal: hay que ponerse las pilas.

Hollywood adora a la actriz Amy Adams (la han llegado a nominar hasta en cinco ocasiones), pero aunque La llegada suma un total de ocho candidaturas, a ella, en su día considerada la rival a batir, le han enseñado la puerta de salida. Y eso que es el alma de la película. En su lugar, entre las actrices protagonistas nominadas vemos, otra vez, a Meryl Streep. Mensaje para los académicos: La Streep no necesita ser nominada cada año.

En cuanto debutó en el Festival de Sundance, los expertos imaginaron la película El nacimiento de una nación rodeada de estatuillas doradas. Luego salió a la luz que su director, Nate Parker, había estado envuelto en un caso de violación. Las explicaciones que el realizador dio fueron esquivas. ¿Resultado? A Parker no se le espera ni en la gala de este año ni en las de los próximos diez. ¿Quién dijo que lo importante son las películas?

Martin Scorsese, el más grande cineasta americano vivo, ha completado la que quizá sea su obra magna, ¿y la Academia de Hollywood lo ignora? Está feo. No es difícil entender por qué esta odisea religiosa no encantó a quienes votan: Silencio es una película demoledora, y muy larga. Pero eso no justifica que aspire solo a la mejor fotografía. ¿Cómo es posible que hasta la lamentable Passengers tenga más nominaciones?