Sorprendió con Zilia quebrantahuesos y cuando todo el mundo esperaba una segunda parte, Laura Rubio se ha desmarcado con una propuesta radicalmente diferente tanto en formato como en contenido adentrándose en la época antigua con Queronea (GP Ediciones), que ayer presentó en El Armadillo ilustrado, en la penúltima jornada de Zaracomic. «El cambio de estilo vino obligado por la historia», señala la dibujante zaragozana, que confiesa que «tenía guiones de Zilia hechos que se fueron al traste» cuando se cruzó por su camino Queronea. «No fue algo premeditado. Estaba con una asignatura de la universidad y se propuso hacer una novela gráfica y coincidió eso con que hacía una semana había estado leyendo sobre la batalla de Queronea y se juntó todo».

Queronea sorprende por su formato panorámico, algo que para la autora era fundamental: «Viene marcado por la disposición que tiene la batalla, que es horizontal y luego por las vasijas griegas, que es otra influencia importantísima en lo que ha sido el proceso de dibujo y guionizaje de este cómic. Me permitía narrar de una manera mucho más prolongada en el tiempo y más reposada porque pese a tratar la guerra que es muy física y brutal, esta historia tiene también un poso muy emocional y de monólogos interiores».

EL VACÍO, UN PERSONAJE MÁS / Esto está íntimamente relacionado con el vacío que en este Queronea es casi un personaje más: «El vacío me interesaba muchísimo y nunca había trabajado de esta manera con él ni le había dado la importancia que merece. Me di cuenta que el vacío también es un elemento narrativo y expresivo», reconoce Laura Rubio, que asegura que ha necesitado «valor» para lanzarse a utilizarlo: «Mi tendencia es a llenar todo, a que todo narre y lleve a algo. Y mostrar de repente dos páginas enteras para enseñar un cielo estrellado a través de una ventana, era romper con todo lo que hasta momento llevaba trabajando».

Junto al vacío otro elemento fundamental son las vasijas griegas: «Cuando me planteé cómo materializar esta historia, lo primero que me surgió fue la narrativa griega porque son una forma de cómic, una narración secuencial. Entonces, a partir de la idea de vasija griega, se fue configurando todo lo demás», se sincera la autora, que también ha querido dejar los aspectos más históricos para el final. El cómic concluye con un anexo en el que se explica más pormenorizadamente la batalla de Queronea: «No quería que los datos históricos, fechas, nombres, se llevaran el protagonismo de la historia y por eso están al final y no son muy extensos. Lo que me interesaba de la historia era toda la carga emocional que tiene y, en ese sentido, tomé la elección de no centrarme en lo histórico».

El primer tebeo de Rubio (Zilia quebrantahuesos) fue la gran sensación del cómic aragonés por lo que este era un trabajo muy esperado: «Me alegra mucho, por supuesto, pero saber esta expectativa que puedes llegar a crear te da cierta responsabilidad y de respeto con tu próximo trabajo…». En ese sentido, confiesa que no puede tener mejor compañeros de viaje en GP Ediciones: «Yo considero su trabajo excepcional y por mí que sean todos los trabajos que ellos quieran compartir conmigo», concluye, antes de ser muy cauta sobre si ya tiene en mente un tercer cómic: «Como me ha demostrado éste puedes tener mil planes y que llegue otra cosa y te los tumbe todos».