El cine aragonés se dio ayer una merecida fiesta previa a la entrega de los Premios Simón, cuya gala se celebrá el próximo 30 junio. La idea, como sucede con otros premios nacionales como los Goya, era presentar a los nominados a estos galardones, pero en realidad se convirtió en un homenaje a todos aquellos, candidatos o no, que han dedicado su esfuerzo al mundo audiovisual y han trabajado por sacar adelante sus proyectos.

Así, esta fiesta, que se celebraba por primera vez, y en la que ya todos eran ganadores, se celebró en el patio central del Museo de Zaragoza, un lugar emotivo para el Premio Simón de Honor de este año, el actor Gabriel Latorre, quien explicó que su padre lo llevaba de pequeño a las sesiones musicales de los domingos en la plaza de Los Sitios, «y luego entrábamos recorrer el museo», espacio que también fue escenario de algunos de sus rodajes. «De esa infancia hasta aquí, hasta este Simón de Honor, han pasado muchas cosas, muchos trabajos ya hechos, y no es un trabajo fácil, pero el que lo hace con ilusión llega», dijo Latorre animando a todos a seguir adelante «en este trabajo precioso».

La mañana comenzó con la música y la magnífica voz de Ariadna Redondo y sirvió para reconocer con un diploma a los nominados, aunque como la presentadora, Natalia Gómara, se encargó de recordar, era un tributo a todas las gentes del cine aragonés más allá de que sus proyectos lleguen a conseguir premios «pues lo importante es disfrutar del camino», señaló.

Jesús Marco, presidente de la Academia de Cine Aragonés (ACA) destacó el peso que van cobrando los Premios Simón y la labor que está realizando la academia para que los trabajos audiovisuales realizados por aragoneses se conozcan fuera. «Queremos que lo que se hace en Aragón no se quede solo aquí, sino que trascienda», y recordó que en ese sentido, este año los trabajos nominados se están proyectando en la Cineteca de Madrid.

Teresa Azcona, la nueva directora general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, puso el acento en la «solidez y presencia» que ya tienen estos premios en la comunidad gracias también a la retransmisión por Aragón TV, que este año los emitirá por tercera vez.

Después, los nominados fueron pasando a recoger sus diplomas, aunque no estuvieron todos los que son, pues un buen número de ellos están trabajando fuera, lo que habla mucho y bien del momento que vive el audiovisual aragonés, tanto por los actores y directores como por los distintos oficios técnicos.

Estas ausencias, sin embargo, dieron pie a algunos de los momentos más divertidos, ya que, por ejemplo, el director de Los hombres de verdad no lloran, Lucas Castán, tuvo que pasar ocho veces por la tribuna, a recoger sus diplomas propios y los de los que faltaban; y otro tanto le sucedió a Roberto Roldán director de Grupo 2 Homicidios.

La fiesta de los nominados se suma a los actos que la ACA está realizando para promocionar los Simón. Así, por ejemplo, la Filmoteca de Zaragoza exhibirá esta semana parte de las obras candidatas y los días 27, 28 y 29 retomará el ciclo dedicado a Gabriel Latorre. El desenlace final de la película se queda para el día 30.