A Bigas Luna siempre le gustó poner al límite a sus personajes y situarlos en atmósferas mediterráneas sofocantes, con el ruido de las chicharras de fondo, la tierra seca y el erotismo rústico. Sexo y sudor van de la mano en el universo de un cineasta que dio un giro a su carrera con esta película rodada en Aragón en la que intentó indagar en la cultura y el carácter españoles más primitivos a través de la comida y la líbido. Javier Bardem y Penélope Cruz quedarían marcados por sus interpretaciones al inicio de sus carreras.