El sonido de la banza zaragozana Señoras y Bedeles atrae y motiva en la primera escucha, pero se comprende y disfruta mejor si se bucea en los proyectos en los que han participado o participan sus tres componentes: Tachenko, Los Bengala, Ricardo Vicente, Volcanes, Picore o The Faith Keepers, entre otros. En el grupo que fundaron a principios del 2017 Guillermo García (bajo, teclados y voz), Borja Téllez (batería y voz) y David García Libi (guitarra y voz) hay ecos de todas esas grandes bandas aragonesas, pero, con tan solo dos discos, el trío ha conseguido armar un sonido propio y enérgico. «Nuestras influencias están ahí. Nos gustan esos sonidos del art punk, la 'new wave' o el primer indie rock, y nos encantan bandas como Devo o Television, pero creo que hemos dado con una música ecléctica de forma natural», explica Téllez.

Y todo sin buscarlo demasiado. Dejándose llevar por el sonido que les gustaba y que tenían en el subconsciente. Casi como una celebración de la música en sí misma y el disfrute de tocar sus instrumentos. Porque, como reconoce Téllez, hay mucho de eso en Señoras y Bedeles. «Creamos el grupo sin ninguna pretensión y no aspiramos a vivir de este proyecto; somos igual de felices tocando para diez que para 200 personas», subraya

Quizá esa «falta de presión» ha generado su «incontinencia creativa». «En el primer ensayo ya salieron dos canciones», destaca el músico zaragozano, que es también el 50% de Los Bengala. Esa visión festiva del hecho de juntarse a tocar ha marcado su propuesta, determinada también por el humor y el no tomarse demasiado en serio a sí mismos. «Ese lado divertido y chistoso nos sale solo, aunque luego la creación de nuestras canciones nos lo tomamos muy en serio porque no sabemos trabajar de otra forma», comenta.

Toda esa picaresca y ese humor se ven bien reflejado en sus videoclips, como puede ser el caso de las canciones 'Crisis' o 'Bofil de vocación'. Sus letras, no obstante, esconden mucha crítica y grandes dosis de provocación.

Todos estos ingredientes han conformado sus dos discos. El primero ('Las Cuatro Hermanas') se publicó a finales del 2017, mientras que 'Las cosas que no puedo ver' salió a principios de este año. «Estamos muy contentos con el resultado, es un disco muy currado en el que igual le hemos dado más vueltas a las cosas que en el primero, pero sin perder esa espontaneidad», explica.

El propio trío, curtido en cientos de bolos y escenarios, se ha encargado de la edición y la producción del disco, mientras que la distribución digital corre a cargo de del sello Wild Lion Records. 'Las Cuatro Hermanas' fue grabado por Edu Baos (León Benavente), en su estudio de la localidad zaragozana de Mozota, y este segundo lo realizaron con Cristian Barros en Puk Estudios, en la capital aragonesa.

'Las cosas que no puedo ver' salió ya hace meses, pero apenas se ha podido presentar en directo por culpa de la pandemia. «Nos dio tiempo a hacer un concierto en Santiago y otro en el Centro Cívico Almozara, pero nos gustaría hacer una presentación en condiciones aquí», reconoce Téllez, que, no obstante, asegura no tener «ninguna prisa»: «Si nos diera de comer esto pues ya veríamos, pero como no es el caso...».

En este sentido, apunta que hasta que no mejore la situación no retomarán los ensayos y lamenta los efectos que está provocando la pandemia. «Está siendo un cataclismo para la industria de la música. Nos gustaría estar más protegidos, pero también debemos hacer autocrítica porque hace tiempo que tendríamos que estar más unidos. Ojalá esta crisis nos empuje», concluye Téllez.