No he pisado, todavía, el continente africano pero aun desde la distancia siempre ha ejercido sobre mí un poderoso influjo. Algunas de sus imágenes tienen mucho de leyenda, e igualmente son muchas las leyendas a las que al cerrar los ojos les pongo de inmediato una imagen. Con atención ahora leo que África hay que pisarla, hay que vivirla, hay que sentirla, hay que escucharla…, y lo leo con tal fascinación que me rindo, como si fuera un escolar al que acaban de darle una lección. Ha sido apasionante conocer los libros, tan necesarios, que sobre África ha escrito el periodista Xavier Aldekoa.

EMOCIONADO Y ESTREMECIDO / Con ellos me he emocionado y me he estremecido, porque lo que podría parecer ficción no lo era, y ni siquiera la relectura me resultaba suficiente para comprender que el horror y la belleza pueden compartir plano. En estas páginas se suceden los testimonios ejemplares, personas que gritan su historia al mundo a la espera de que el mundo les escuche. Y como testigos mudos, los lugares. Porque sin la geografía y sin la historia sería imposible este recorrido tan mágico. Xavier Aldekoa nos lleva de la mano por cada país, por cada época, por cada incidente, por cada anécdota. Un lujo.

Zambullirse en las páginas del Oceáno África exige una mirada atenta y silenciosa para el lector. Es conveniente no perderse ningún pequeño detalle porque cada uno encierra un significado grande. Xavier lo expresa con la claridad de quien lo vive incluso cuando hace referencia a épocas pasadas. A los lugares que fueron míticos les otorga la vida eterna, pues sin duda al saber más de aquéllos su esencia queda fijada en nuestra memoria. Como también permanece el desconcierto grabado a fuego. Son muchas las historias duras en este viaje que atraviesa países y encuentra afectos. Es un libro envolvente, lleno de descubrimientos para quien la curiosidad nunca se sacia, y en este caso no cabrá vuelta atrás. Conforme iba yo cruzando fronteras, iba avergonzándome de mi ignorancia, subrayando como un poseso e intentando entender un poco mejor cómo se activan a lo largo del tiempo los mecanismos que acaban arruinando todo lo que tocan.

Y a continuación, recién llegado a las librerías, otro viaje apasionante titulado Hijos del Nilo. Después de tantas nuevas páginas ya no sé irme a la cama sin haber leído largo rato sobre África. En este caso el recorrido por el río por excelencia, por quienes habitan en sus orillas, y por quienes lo habitaron, vuelve a mantener hipnotizado a cualquiera que quiera saber un poco más de sí mismo y de quienes le rodean. No pretendo desvelar las historias pero sí que anticipo que algunas de ellas son causas de desvelos. Uganda, Sudán del Sur, Etiopía, Sudán y Egipto son los países que acogen a sus protagonistas sin dejar de serlo ellos también.

La mitología, la magia o el paraíso son el resultado de un río que regala vida por todas aquellas tierras por donde discurren sus aguas, no importan blancas o azules. Busco lugares en el mapa, investigo sobre personajes a los que la Historia no puso realmente en su sitio, hago acopio de fotografías, y escucho a Xavier Aldekoa, corresponsal en el continente que tanto ama, autor de estos dos libros (de momento) que me han enriquecido tanto como lo van a seguir haciendo en adelante. Porque ya forman parte de lo que soy. De repente, cada noche sueño que vuelvo a África.

HIJOS DEL NILO

Xavier Aldekoa

Península

312 páginas