Bruce Springsteen tomó ayer partido públicamente, por primera vez en su carrera, por un candidato electoral, el demócrata John Kerry. Lo hizo en el diario The New York Times, donde firmó un artículo de opinión (Acordes para el cambio ) en el que explicaba el porqué de su alineamiento en el colectivo de artistas anti-Bush Vote for Change.

El propósito de la gira es "cambiar la dirección del Gobierno y de la administración a partir de noviembre", anunció el autor de Born in the USA. "Nuestro gobierno americano se ha apartado demasiado de los valores americanos. Es el momento de avanzar. El país que llevamos en el corazón está esperando".

Crítico con determinados aspectos del sueño americano, Springsteen ha sido a veces acusado de recurrir a un lenguaje ambiguo, cubierto siempre por la bandera de Estados Unidos y capaz de contentar a todos los sectores sociales y políticos.

La agresión a Irak y determinados aspectos de la política interior de Bush le han llevado a tomar posición. Tras haberse situado, "en los últimos 25 años, al margen de políticas partidistas", considera que últimamente "las apuestas han subido demasiado para quedarse con los brazos cruzados".

Sin pedir explícitamente el voto a John Kerry y John Edwards, les otorga su confianza porque "se interesan sinceramente en formular las preguntas correctas y en buscar soluciones honradas". Aunque la lista de peticiones es larga. "Saben que necesitamos una administración que asuma sus prioridades en justicia, curiosidad, aperturismo, humildad, cuidado de todos los americanos, valentía y fe".