Si a lo largo de los últimos dos años ha pasado por la calle Las Armas y se ha parado enfrente del estudio de Steve Gibson para hacerse una foto, es probable que ahora mismo su retrato a tamaño real cuelgue de las paredes del Centro de Historias. Se trata de la nueva edición del proyecto del artista británico Las Armas 300, una muestra que Gibson inició en 2011 y que tiene previsto terminar en 2021, reuniendo de forma aleatoria a lo largo de la década 300 retratos de vecinos o visitantes del barrio de San Pablo realizados a partir de las fotografías tomadas en la calle Las Armas gracias al dispositivo automático instalado en el escaparate de su estudio.

El mecanismo de este dispositivo es simple, en la entrada del estudio de Gibson el artista colocó una cámara con un disparador automático programado para realizar una instantánea diez segundos después de ser accionado desde el exterior del complejo. De modo que cualquier viandante que quisiera participar en el proyecto, solo tenía que accionar el disparador y colocarse en la pared opuesta al estudio para ser fotografiado automáticamente. Posteriormente, un software seleccionaba aleatoriamente las fotografías (30 al año), dejando como resultado un conjunto de instantáneas sobre las que Gibson se volcó para poder realizar cada uno de los retratos. Un proceso que, según el artista, le costaba una media de entre 20 y 25 horas por lienzo.

La muestra, que se inauguró ayer en el Centro de Historias, recoge los retratos realizados a partir de instantáneas tomadas durante los años 2015, 2016 y 2017, y supone la segunda entrega del proyecto tras la ya inaugurada en 2014.

Un total de 45 retratos a los que se suman algunas esculturas realizadas con cartón y tizón, en las que se pueden distinguir, además de al propio Gibson, al alcalde de Liverpool (localidad natal del artista) retratado en pijama, y a la vecina de enfrente de l estudio a tamaño real.

Un proyecto que lejos de simplemente ofrecer los dibujos al público, busca explorar las historias de las personas anónimas para erigirse como una gran crónica visual, pero también escrita, de la vida del histórico barrio zaragozano. «Se trata del gran relato social de una ciudad desde el arte, fruto del esfuerzo de un creador de memoria colectiva que es en el fondo un gran cronista de las vidas de los habitantes del barrio» explicó ayer el director general de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Saúl Esclarín, que acompañó a Gibson en la inauguración de la exposición.

MÁS ALLÁ DEL PROYECTO

Además, se trata de un objetivo para el cual Gibson se ha asociado con la fotógrafa Estefanía Abad, que con el fin de llevar más allá las historias de los vecinos de San Pablo ha fotografiado a algunos de ellos junto a sus correspondientes dibujos en la galería del artista. Unas composiciones que van acompañadas además de unas breves biografías sobre la vida de los retratados, y que Gibson espera poder acrecentar durante los años que le quedan hasta completar su proyecto. «La idea es que la gente se reconozca en los cuadros expuestos y se ponga en contacto conmigo para poder capturar sus testimonios» explicó el artista, que asimismo confesó que su objetivo final de cara a 2021 es realizar un documental con el cineasta Javier Jiménez en el que poder recoger diversas entrevistas con las personas retratadas.