Igual que hicieran escritores malditos como William S. Burroughs y Allen Ginsberg, Sting (Newcastle, Inglaterra, 1951) ha encontrado la inspiración en la ayahuasca, una sustancia elaborada a partir de dos plantas del Amazonas que provoca visiones y regresiones temporales. El músico acaba de publicar en España Broken music (Ediciones B), una autobiografía que recoge los momentos más tormentosos de su vida hasta la disolución del trío Police, y que surge de una experiencia iniciática con la ayahuasca en Brasil.

No fue fácil. El autor de Every breath you take describe el miedo que le dio probar el psicotrópico. La primera en superar el temor fue su esposa, Trudy. "Lo que no mata engorda", le animó.

Acto seguido, Sting ingirió el brebaje y se sintió transportado hasta momentos de su infancia que no recordaba. Por ejemplo, cuando descubrió, a los 8 años, a su madre siendo infiel con el lechero y el posterior desmoronamiento familiar. "Mi hermano y yo aprendimos el terrible lenguaje de la destrucción. Aquella fue la guerra de trincheras de nuestra infancia", explica.

Sting sólo encontró consuelo en la música y en los tugurios "en los que se bebía y fumaba" de su pueblo. El músico fue mal estudiante. "Hacía los deberes imprescindibles para ir tirando. Lo único que me interesaba era tocar la guitarra y poner discos", confiesa.

El éxito lo sorprendió junto a sus compañeros de Police, Andy Summers y Stewart Copeland. A pesar del reconocimiento que alcanzaría el grupo, Sting no lo tuvo claro. "Lo mío no era la música ruidosa, sino las canciones de amor. Sus posibilidades de éxito me parecían cada vez más remotas", explica.

En el libro no hay referencias al sexo tántrico ni a las otras terapias nueva era de las que Sting se confiesa seguidor. Sin embargo, y a pesar de su empeño en mostrarse como un místico, el diario británico Daily Mail lo retrató ayer como a un millonario excéntrico. El rotativo desveló la relación del servicio doméstico que trabaja en su mansión de Wiltshire. La lista incluye dos jardineros, un granjero, un chef, un mayordomo, un gurú espiritual, una niñera y varias amas de llaves.