Madrid Dice la máxima que los viejos roqueros nunca mueren. Y si alguien lleva el dicho con dignidad son los Stones, que con una media de edad de 70 años volvieron ayer a hacer disfrutar a 54.000 personas en el estadio Bernabéu de Madrid. Por mucho que digan, Jagger y los suyos no parece que tengan intención de dejarlo.