Sotheby’s subastó el jueves en Nueva York el segundo boceto del cuadro del pintor español Francisco de Goya, Aníbal vencedor que por primera vez mira Italia desde los Alpes, por 1,8 millones de dólares (1,6 millones de euros), tres veces más del valor previamente estimado, que se había calculado entre 600 000 y 800 000 dólares (entre 544 000 y 725 000 euros).

La obra fue adquirida por un coleccionista privado de Nueva York, ciudad en la que se encuentra desde que salió de España en el año 2000, tras pertenecer a una familia del País Vasco. Sin embargo, regresó en 2008 para una exposición temporal en Zaragoza, con motivo de la Expo que se celebró ese mismo año y el Museo de Bellas Artes de Zaragoza todavía conserva, entre otras piezas, un boceto del mismo tema anterior al subastado.

Uno de los motivos por los que la obra ha despertado tanta atención en los últimos días es porque, tal y como asegura el catálogo de Sotheby’s, se trata de la referencia más antigua que existe del artista zaragozano. «Este óleo es un ejemplo extremadamente raro de la práctica artística del joven Francisco de Goya; sus trazos atrevidos y su brillante colorido muestran la confianza del maestro en los inicios de su carrera. El presente boceto al óleo, que es también un estudio para el primer cuadro terminado conocido por su mano, encaja en este género».

Francisco de Goya tenía 25 años cuando realizó el boceto con el que concurrió a un concurso de la Academia de Bellas Artes de Parma en 1771, y estaba inmerso en un viaje por tierras italianas con la vista puesta en ganar algo de prestigio como artista para regresar a España ya como un pintor profesional. Sin embargo, y pese a que el pintor zaragozano perdió el concurso ante un artista local llamado Paolo Borroni, la academia parmesana alabó el trabajo de Goya con una mención de honor y halagó de su obra «una gran concepción y sus pinceladas animadas» si bien le indicó que le faltaba algo de color y que su «adherencia a las instrucciones otorgadas» dejaba algo que desear.

Según refleja la página web de Sotheby’s, «la obra revela los comienzos de Goya como artista y su especialmente temprano interés en el clasicismo, con una paleta de colores claros. El animado dibujo al óleo refleja su proceso de trabajo para grandes comisiones».