Convertir a Robres en el «Almagro de Aragón». Ese es el sueño que lleva persiguiendo durante muchos años Luis Casáus, el director del Teatro de Robres, y parece que el objetivo podría estar un poquito más cerca. Así lo desveló el propio Casáus en la última sesión del Festival Internacional de la Oralidad el pasado 3 de agosto dedicada precisamente a los sueños.

Allí, ante la sorpresa de casi todos los asistentes (solo la alcaldesa de la localidad, Olga Brosed, sabía lo que iba a pasar), Casáus mostró los planos del corral de comedias (realizados por el arquitecto Eduardo Cuello, autor también, entre otros muchos proyectos, de la rehabilitación del Teatro Olimpia de Huesca) que se iba a ubicar en el solar conocido como Casa El Zurdo, situado en una plaza de la villa. «Es una idea que tengo desde hace muchísimos años, la posibilidad de levantar un corral de comedias que dinamice la vida cultural de una localidad que ya cuenta con mucho movimiento, hay tres museos muy interesantes, así que esto sería la guinda que le daría algo diferente y más con la tradición de teatro que tenemos». La compañía Teatro de Robres cuenta con una trayectoria de más de 30 años y el Festival de la Oralidad que se celebra en el municipio oscense (de apenas 550 habitantes) ha cumplido su mayoría de edad con tremendo éxito de público.

Pero los sueños, sueños son. Al menos de momento. «Es un proyecto que se reveló en la clausura del festival pero que, de momento, no está ni cocinado ni hilvanado a nivel municipal», señala la alcaldesa, que no obstante, no cierra la puerta ni mucho menos al corral de comedias en ningún caso ya que ve la idea con ilusión: «Es un proyecto que está muy bien, el sitio lo tenemos y, por supuesto, que ojalá salga adelante, nos encantaría, pero aún hay un largo camino por recorrer, eso quiero que quede claro».

¿Cuál podría ser el principal escollo? Algo casi innato a todos los proyectos culturales, como no podía ser de otra manera, el dinero: «Hay que buscar financiación y la idea es intentar moverlo a partir de ahora, ya lo hemos hablado con los concejales y creo que podemos empezar con esa fase. Nadie sabía nada hasta que enseñó los planes Casáus en la jornada del Festival de la Oralidad. Incluso tuve que hacer creer que tampoco lo conocía aunque obviamente sabía de su existencia», dice sonriente.

Ante la problemática de la financiación, habría que contraponer qué supondría para Robres (un municipio enclavado en los Monegros) el que pudiera tomar vida este proyecto. Luis Casáus lo tiene claro: «Que viniera mucha gente a ver teatro a la localidad porque la idea es que este corral de comedias tuviera una programación anual y que, además, estuviera abierto para que se pudiera visitar y que hubiera también un aula didáctica». En ella, prosigue Casáus, los jóvenes «podrían descubrir cómo nace el teatro en España. Es la manera de que amen el teatro y acudan a verlo. El objetivo de esto no es potenciar ser buen actor sino crear buenos espectadores».

Un proyecto que nace en un contexto en el que las reivindicaciones de la España vaciada están más vigentes que nunca y con una intención muy clara también respecto a la pervivencia de un lugar como Robres: «Supondría dinamizar la vida de un pueblo monegrino en el que estamos luchando cada día por asentar la población y porque nuestros jóvenes tengan sus oportunidades o, en el caso de que se tengan que marchar, que no pierdan su vínculo con el pueblo. Si sale adelante esto, sería crear un lugar agradable donde la gente pueda venir a ver teatro y hacer de Robres, por qué no, el Almagro de Aragón».

Además, Luis Casáus, con Teatro de Robres, tiene experiencia en ir consiguiendo cosas que parecen imposibles: «Cuando empezamos a montar nuestras obras lorquianas en el santuario de Magallón en Leciñena nos decían que quién iba a ir a los Monegros a ver teatro... Pues hemos llenado las 400 localidades de las que dispone el auditorio que montamos todos los años. Si a la gente se le ofrece algo interesante, responde, y, sobre todo, si hay calidad y sinceridad en la propuesta, nosotros somos un claro ejemplo de ello. Y nunca debemos olvidar que el teatro y la cultura es lo que necesita el ser humano para vivir».

Ahora toca quizá lo más difícil, conseguir hacer viable la construcción de este corral de comedias, algo en lo que ya va a empezar a trabajar el ayuntamiento y para lo que Luis Casáus es, en cualquier caso, optimista: «Estoy convencido de que es un proyecto que vamos a conseguir sacarlo adelante porque va a ser bueno no solo para Robres sino para toda la comarca».