El matador de toros retirado José María Dols Abellán, José María Manzanares (padre), falleció ayer de forma repentina a los 61 años de edad. El cuerpo del torero alicantino fue encontrado sin vida por la mañana en su finca de Cáceres, donde residía, y aún se desconocen las causas exactas de la defunción.

En una nota enviada por sus hijos a la agencia Efe, explicaban que el torero falleció "por causas naturales", y expresaban, junto al resto de su familia, su enorme tristeza por la "inesperada pérdida" del diestro.

José María Manzanares (Alicante, 1953) fue uno de los grandes toreros de la época de los 70, 80 y 90, hijo del banderillero Pepe Manzanares y padre del actual matador de toros que lleva su nombre y del rejoneador Manuel Manzanares. Durante tres décadas de carrera fue uno de los mayores referentes del toreo clásico de más calidad.

Debutó de luces en la plaza jiennense de Andújar en 1969 y pronto comenzó un rápido ascenso que le situó como figura de los novilleros, y que culminó con su salida a hombros en su presentación en Las Ventas, el 6 de junio de 1971. El inmediato día de San Juan tomó la alternativa en su Alicante natal, de manos de Luis Miguel Dominguín y en presencia del Viti, que le cedió la muerte de un toro de Atanasio Fernández, al que Manzanares cortó el rabo.

Desde entonces, su larga carrera estuvo marcada por cimas y simas, desde sus grandes triunfos en Madrid a finales de los años setenta, cuando estuvo siempre en cabeza del escalafón, hasta el anuncio de la que fue una breve retirada en 1989.

Autor de faenas memorables en todo ese tiempo, especialmente en Sevilla, sufrió entonces duras campañas en su contra en la prensa taurina más radical. Reaparecido el invierno siguiente, el diestro consiguió ya en 1993 su cuarta salida a hombros en Las Ventas. Tras una nueva despedida en el 96, aún volvió a torear el año 2000, para retirarse ya definitivamente el 1 de mayo de 2006 en la Maestranza de Sevilla, donde su hijo del mismo nombre, hoy también matador de toros, le cortó la coleta.

Ayer, toreros de distintas épocas coincidieron en reconocer a Manzanares, como un gran artista y un espejo para todos su compañeros de profesión. Para Paco Camino, Manzanares ha sido "un torero extraordinario, torero de toreros. Era una gran persona y un buen amigo".

Por su parte, Curro Vázquez señaló que "como torero ha sido una figura muy importante, con una clase excepcional". Y Vicente Ruiz El Soro, que en 1985 se peleó con él en la plaza de Valencia a causa de un quite, asegura que, paradójicamente, aquel incidente "hizo que se incrementara" la amistad entre ambos. "Ahora estoy roto, porque he contado siempre con su cariño, incluso me ha ayudado mucho para volver a los ruedos este año".

Por su parte, Enrique Ponce afirmó que sentía "profundamente la muerte del maestro" y agregó: "Ha sido para mí un amigo y un referente como torero. He tenido la suerte de torear con él y tener muchas vivencias a su lado. Se ha ido uno de los toreros más grandes de la historia, un artista con mayúsculas y un hombre excepcional".