El Ayuntamiento de Tauste está decidido a poner en valor su necrópolis islámica, datada entre los siglos VIII y XI y una de las más antiguas y mejor conservadas de la península. El reciente hallazgo de casi medio millar de tumbas no ha hecho sino confirmar lo que varios expertos ya habían adelantado años atrás: que este cementerio musulmán albergaba un gran número de enterramientos, erigiéndose como una de las 'maqbaras' más importantes del país. El consistorio ha tomado buena nota y ha comprobado que el descubrimiento ha tenido una gran repercusión en medios de comunicación nacionales e internacionales, atrayendo además a un buen número de visitantes al municipio zaragozano. Por todo ello, ya ha diseñado un proyecto que reivindicará la necrópolis en un espacio propio.

En concreto, el ayuntamiento ha decidido reservar una de las salas del nuevo museo local para instalar una pequeña recreación de las tumbas, así como fotografías y paneles explicativos sobre la 'maqbara'. Los últimos hallazgos, que salieron a la luz el pasado noviembre durante las obras de urbanización en una avenida, constatan que Tauste fue una población de notable importancia en época andalusí, por lo que el espacio también abordará la historia de la localidad.

«Queremos hacer las cosas bien. Hemos visto que el hallazgo ha tenido mucha repercusión y pensamos que incluso podría impulsar el turismo en la zona, por eso hemos decidido reservar una sala en el nuevo museo», explica a este diario el alcalde de Tauste, Miguel Ángel Francés, que apunta que ya han encargado a varias empresas que planteen sus «propuestas de tematización» para la citada sala.

Por su parte, en la avenida donde han aparecido los enterramientos el ayuntamiento prevé dejar visible una de las tumbas para que se pueda contemplar e instalar también paneles informativos. El resto de fosas se taparán para que el tráfico pueda volver a una de las principales vías de la localidad, si bien todos los restos óseos se conservarán.

En ello están precisamente los trabajadores de Paleoymás SL, la empresa encargada del proceso. El alcalde prevé que en un mes acabarán de excavar y almacenar todos los huesos. «Falta levantar las aceras para coger los restos de esas tumbas», pero ya falta poco», indica Francés.

Posteriormente, se prevé construir una cripta para almacenar los restos debidamente. El objetivo es que si cualquier institución o universidad pública decide investigar todo este material dentro de cinco, diez o quince años pueda hacerlo.

Además de limpiar, excavar y almacenar los huesos, Paleoymás realizará también un exhaustivo informe «de más de mil páginas», destaca Francés, que deberá presentar a Patrimonio de la DGA. La compañía tenía la obligación de analizar y estudiar al menos el 10% de los restos encontrados.

Según explica el alcalde, la tumba simbólica que dejarán en la avenida y sus paneles informativos podrían ser una realidad dentro de cinco meses, mientras que para la nueva sala expositiva aún habrá que esperar más tiempo.

Esta se ubicará en un nuevo museo que va a construir el municipio. «En principio iba a ser todo para el museo del dance, pero ahora dejaremos una de las tres plantas para la necrópolis», explica Francés. Este nuevo espacio se ubicará muy cerca de la iglesia mudéjar de Santa María (principal reclamo turístico de la localidad) y de los museos de la Semana Santa y del Rosario de Cristal (inaugurados en el 2016). De esta forma, el ayuntamiento conformará todo un espacio cultural que podría impulsar la llegada de nuevos visitantes.

El importante hallazgo descubierto el pasado mes de noviembre, que fue visitado por el presidente de la DGA, Javier Lambán, no hubiera sido posible sin el tesón de la Asociación Cultural El Patiaz, que entre el 2010 y el 2013 impulsó cuatro catas en las que se encontraron y estudiaron 46 enterramientos y sus correspondientes esqueletos. «Ya predijimos que en la necrópolis podía haber unos 4.500 individuos», subrayó el pasado noviembre a este diario el arqueólogo que dirigió las cuatro excavaciones anteriores, Francisco Javier Gutiérrez.

La asociación ha impulsado el estudio de los restos en diferentes ámbitos docentes y académicos. En la excavación realizada en el 2012 se encontró «un fragmento de cerámica de entre los siglos X y XII», algo «no habitual» porque el ritual de enterramiento «dice que no podían llevar ajuar». Actualmente, los restos hallados hasta la fecha se encuentran en el almacén del Museo de Zaragoza.

Los orígenes

Los trabajos de excavación en Tauste comenzaron a iniciativa de la asociación cultural El Patiaz, que «recogió informaciones en el pueblo sobre la aparición de esqueletos que el conocimiento popular identificaba» como personas que fallecieron debido a «una posible epidemia de cólera en el siglo XIX, pero se observó que por sus características», con los cuerpos enterrados «del costado derecho y mirando a la Meca», se trataba de enterramientos islámicos y la primera cata realizada en el 2010 confirmó esta hipótesis. Todo ello trastocó la historia local en el municipios zaragozano de las Cinco Villas demostrando la existencia de una gran población islámica antes de la reconquista de Alfonso I.

De hecho, los estudios que se han realizado hasta la fecha determinaron que una de las tumbas localizadas en esta necrópolis era la más antigua de las descubiertas en Aragón. Databa del periodo comprendido entre el año 714 y el 780, la fecha más antigua de un enterramiento islámico en toda la comunidad