Esta vez, el telón esconde una muestra histórica. Desde el pasado miércoles y hasta el 2 de noviembre, Robres pregona su pasión por el teatro a través de una exposición conmemorativa de los 25 años transcurridos desde la primera puesta en escena del Teatro de Robres. Desde aquel 5 de enero de 1989, cuando se presentó el auto navideño Del Plegadero a Belén y uno de los montajes míticos La casa de Bernarda Alba el 15 de agosto del mismo año, se han llevado a cabo cerca de 800 representaciones pertenecientes a 23 montajes diferentes que han obtenido más de 40 premios en los 17 festivales nacionales en los que ha participado la compañía. "Esta exposición es el resultado de 25 años de trabajo en equipo, de ilusiones y sueños, de sacrificios y de renuncias. En algunos momentos el camino ha sido duro, pero siempre emocionante y enriquecedor", asegura Luis Casáus, director de la compañía y organizador del festival de la Oralidad que, desde el viernes y como cada año desde el 2002, convierte a la localidad en una referencia teatral.

Una mirada a Lorca

La historia del Teatro de Robres, una de las compañías amateur más prestigiosas en el panorama nacional, reserva uno de sus capítulos más bellos a Federico García Lorca, autor al que ha dedicado 124 actuaciones y protagonista esencial en la muestra. De hecho, el santuario de Nuestra Señora de Magallón (Leciñena) acogió del 2008 al 2013, en 18 representaciones, la trilogía completa de las tragedias lorquianas --La casa de Bernarda Alba, Yerma y Bodas de sangre-- y que han sido presenciadas por miles de aragoneses en el escenario natural del corazón de la estepa monegrina. Además, han sido llevadas en doce ocasiones al Teatro Olimpia de Huesca con gran éxito de público y excelente crítica.

De todo ello da fe la exposición Teatro de Robres: 25 años de historia & Espacio Alba-Lorca, cuya puesta de largo --la noche del pasado miércoles--, contó con una gran afluencia. "Solo me viene a la mente una palabra: gracias a todos los que directa e indirectamente han hecho posible el sueño", destaca Casáus, que subraya la "gran familia" que forma el Teatro de Robres, una compañía sustentada en dos pilares fundamentales, "el respeto y el cariño que nos profesamos todos sus componentes". La muestra puede visitarse los viernes, sábados y domingos de 19.00 a 21.00 horas.

Los arcos de la iglesia se llenan de recuerdos para rendir tributo a los numerosos integrantes de la compañía, que celebra sus bodas de plata. Desde aquella Tierra de Jauja, de Lope de Rueda, a la trilogía lorquiana, pasando, entre otras, por Hay que deshacer la casa (Sebastián Junyent), Leticia (Peter Shaffer), Algún día trabajaremos juntas (José Maria Benet i Jornet), Criaturas (T de Teatre) o El florido pensil (Andrés Sopeña), una de las obras más representadas y galardonadas. A sus vecinos convertidos en actores y a esos actores convertidos en vecinos, Robres dispensa una ovación de gala.