L a compañía zaragozana Teatro del Temple prepara la puesta en escena, «por primera vez a nivel mundial», de El criticón, de Baltasar Gracián, una novela publicada en tres partes y considerada como una de las cumbres de la narrativa filosófica española.

En su búsqueda por seguir investigando y por afrontar nuevos retos, no solo a título personal sino también para el público, Teatro del Temple ha iniciado el trabajo de dramaturgia de esta obra «compleja y fascinante», que esperan estrenar en noviembre, tal y como avanzó a Efe el director teatral Carlos Martín.

Pero antes tienen una cita obligada con el festival de Olmedo Clásico, en cuyo escenario se suben hoy para representar La vida es sueño, de Calderón de la Barca, una pieza que, al contrario que en el caso de El criticón, ha sido llevada a escena en multitud de ocasiones.

Quizá por este motivo, de la mano de sus compañeros en el equipo directivo de la compañía, Alfonso Plou y María López, buscaron otra manera de ofrecer la obra, «haciendo hincapié en la confrontación de dos mundos: el de la Corte, inspirado en el mundo oriental, y el de querer salir a la superficie». Así, se enfrentan el rey Basilio -«que se mueve en un mundo telúrico, de supersticiones y anclado en el pasado»- y Segismundo, que quiere huir de esas ataduras y «cuya estética es más underground», para ofrecer un espectáculo que mezcla el clasicismo y lo contemporáneo.

Todo acorde a la evolución de Carlos Martín desde que iniciara su trayectoria profesional en los años 80 con Akratea Anemosa hasta llegar a Teatro del Temple, donde también realiza producciones audiovisuales y cuyo fin es «trabajar e investigar para poder asumir proyectos novedosos». Como El criticón que lleva en mente.