-Su último disco se llama Habrá que vivir, ¿lo vemos de manera optimista o pesimista?

-Cada cual que lo coja como quiera. Para mí es una de las canciones del disco, un rock and roll y tiene pegada para titular un disco. Habrá que vivir parece muy obvio pero es la verdad, para bien o para mal, habrá que vivir. Mientras haya latido y estemos aquí respirando habrá que vivir.

-Lo cuenta que parece una obligación…

-También, también. Tiene el punto ese de que sucede sin querer pero eso es existir, existir se hace sin querer, vivir tienes que poner de tu parte.

-En este disco, ha vuelto al rock desnudo sin artificios.

-Sí, en cuanto a la grabación, a forma de encarar las canciones, a cómo las hemos grabado que lo hicimos todos a la vez tocando juntos... Estaba esa intención con José Nortes, el productor, le dije no quiero florituras, quiero un disco crudo, directo, con guitarreos que es lo que hago yo. Es decir, canciones que me gusta vestirlas con la formación clásica de siempre del rock y del pop, dos guitarras, bajo y batería, pero sobre todo guitarras. Empecé en esto como guitarrista y sigo enamorado de la guitarra. Si fuera una receta de la nueva cocina, este disco se llamaría Canciones sobre el hecho de guitarra.

-Entonces, ¿qué le pasó en su segundo disco, ‘En marcha’?

-El primero lo grabé muy parecido a este pero con En marcha... Uno también quiere experimentar a veces, uno no es AC / DC que todos los discos son iguales y es lo que mola de ellos. Yo quería volar un poco y hacer un disco muy cuidado y me gustó el resultado, ¿eh? Pero me he dado cuenta que en lo que hago no es tan importante la perfección en el arreglo y de que todo esté de punta en blanco. En mi música se agradece el grano, la grasa, el gesto más expresionista. No es Antonio López que es un cuadro hiperrealista, esto es más Van Gogh, si te acercas ves las pinceladas.

-Como la realidad...

-Sí, la mía sí, por lo menos. Me apetecía un disco de rock and roll, las canciones tendían hacia ello y he respetado lo que me transmitían, les hemos puesto el traje que creíamos que iban con ellas. Aparte, y esto es un chiste, abarato costes porque lo hago más rápido y a la gente le gusta más, así que todos salimos ganando.

-¿Sigue pensando que es un artista de canciones?

-Siempre, yo hago canciones. Me gusta decir luego que hago rock and roll para encasillarme en algún lugar y porque realmente me sale pero me parece un poco largo decir, sí, rock and roll pero también tengo medios tiempos… Quien quiera acercarse a mi trabajo, a mis discos, se dará cuenta que hay más que rock and roll.

-Lo que no cambia en Rubén Pozo es el lenguaje de la calle en sus canciones, ¿es su sello?

-Trato de respetar un poco mi manera de escribir, de contar las cosas, de interpretarlas, de entender el rock, el pop y el mundo de la canción popular aunque cuando estoy escribiendo me sale, no lo pienso. Cuando escribo algo, digo esto me gusta, pero no veo si son cosas muy mías o no. No me planteo seguir un estilo, me sale así.

-Lleva seis años en solitario, ¿ya se siente cómodo como solista?

-Estoy muy a gusto. A lo largo de mi historia musical he estado en bandas, he sido un animal de banda y lo sigo siendo, me gusta el furgoneteo, tocar con gente, tener alguien ahí, otro guitarrista... En el fondo, yo quiero sacar discos como Rubén Pozo desde los 18 años pero antes no me atrevía, tenía muchos miedos y timidez. Esto no resta para decir que me siento muy orgulloso de mi pasado con Pereza y Buenas Noches Rose. Tengo un pasado por los que muchos pagarían, tengo lo más underground y lo más mainstream pero dentro del rock.

-Lo decía también porque la gente quizá ya no le pregunta por Pereza.

-La verdad es que ya tengo mi público y siempre vaya donde vaya hay gente que ha conectado con mi trabajo, mis canciones y le da igual de donde venga.

-La música aragonesa le ha reconocido con un premio Global, ¿qué le parece?

-Se lo agradezco mucho y huelga decir que el premio gordo para alguien como yo es que tus canciones formen parte de la vida de la gente, pero estoy super agradecido. Pero en lo personal no me lo termino de creer aunque insisto, agradezco el cariño que siempre me ha dado Zaragoza pero lo mejor mío está por llegar.

-Mañana actúa en Huesca y pasado en la Snatch de Zaragoza, ¿cómo serán esos conciertos?

-Será un concierto muy enérgico, de rock and roll. Es un concierto de energía y la única premisa es pasar dos horas en las que nos olvidemos de nuestros problemas. Lo que propongo es una evasión y que cada uno luego vuelva a su vida como mejor pueda, incluido yo.