EXPOSICION Pezes y Personajes. Muñecos. Pájaros y cosas.

AUTORES Colectiva

LUGAR Galería Fernando Latorre

FECHA Hasta el 6 de junio

Pezes y Personajes. Muñecos. Pájaros y cosas da título a la exposición colectiva de la galería Fernando Latorre, y enumera el repertorio iconográfico que abunda en las obras de los artistas seleccionados a propuesta de uno de ellos, Paco García Barcos. Es lógico que su gusto personal impere en la elección de artistas, y que la mayoría de ellos estén relacionados con la galería, pero lo que no resulta tan comprensible es su incorporación al proyecto, sobre todo cuando coincide en fechas con su individual en Fortea y con la participación en diversas actuaciones del variopinto programa En la frontera .

En cuanto al abarrotado montaje de la galería Latorre, las continuas interrupciones de las series de obras en exposición propician una confusión que, de tenerla, pierde toda inocencia cuando García Barcos incluye uno de sus colages en medio de las piezas de Carlos Pazos.

Según parece, la exposición ha intentado conciliar el ámbito de extrañamiento del que participan los diferentes discursos en un espacio común, con el reclamo visual para los transeúntes. No otro motivo explica la presencia casi a pie de calle de la monumental escultura de cartón realizada por Steve Gibson (Liverpool, 1964); lástima que sus dimensiones imposibiliten la correcta contemplación de algunas de las obras de Milicua, Bolívar y Rubiales, y del montaje de peces de Antonio Fernández Molina, (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 1927), el único artista que no repite en el interior de la galería.

Haciendo un considerable esfuerzo, atendemos al universo imaginario que nos propone Luis Pablo Bolívar (Madrid, 1957) en sus pinturas, habitadas por los peculiares seres y objetos que protagonizan extraños relatos. En medio de estas narraciones, los grupos familiares en madera y provistos de más inverosímiles objetos de Manel Rubiales (Barcelona, 1952) ocupan las esquinas. En esta acumulación de imágenes no podía faltar Nacho Bolea (Zaragoza, 1966), con un excesivo repertorio de obras que descubren nuevos rumbos plásticos en la asociación imaginaria de los fragmentos que salva de la realidad.

Entre sus obras, asoman desde la pintura de Paco García Barcos (Zaragoza, 1957) rostros amenazados, ficciones de un yo escondido y extraviado. Menos inquietante es el colage que interfiere en la obra de Carlos Pazos (Barcelona, 1949), maestro indiscutible del colage contemporáneo. Junto a Pazos, otro extraordinario y en su caso delirante narrador, Zush-Evru (Barcelona, 1946) creador de Evrugo, un estado imaginario. Tan peculiar itinerario continúa en el barroquismo radical e irónico de Pablo Milicua (Bilbao, 1960) y en las artesanales esculturas de Yolanda Tabanera (Madrid, 1965), partícipes de ritos ancestrales que permanecen en el tiempo.