Justo delante de él, Hans Rudolf Gerstenmaier, lo señala como una de sus grandes satisfacciones: “Es muy especial para mí porque no se encuentra fácilmente en el mercado y más en condiciones económicas normales y lo conseguí”. El coleccionista habla de Virgen de Cumberland, un cuadro de Rubens y que es una de las estrellas de la exposición De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la colección Gerstenmaier que hoy se inaugura en el Museo Goya de Zaragoza, organizada por la Fundación Ibercaja, y que incluye piezas del siglo XV al XVIII. El propio coleccionista presentó ayer la muestra acompañado de la comisaria María Oropesa y del director general de la fundación, José Luis Rodrigo.

42 son las obras que reúne la exposición en la que se puede contemplar el legado de los maestros flamencos a través de autores de la talla de Peter Paul Rubens, Anton Van Dyck, Jan Brueghel el Viejo, Martin de Vos, Jan Van Kessel el Viejo o Gaspar Pieter Verburggen. “Se tratan de cuadros muy poco vistos porque es una colección abierta, de hecho, hay toda una pared de obras nuevas porque se han adquirido en los últimos dos años”, explica la comisaria María Oropesa que indica que la muestra se ha dividido en cinco grandes espacios según la temática de las piezas: pintura religiosa, bodegones, paisajes y retratos y mitología.

En la primera sección es donde se puede contemplar Virgen de Cumberland y el espectacular Guirnalda y adoración de los Reyes, de Adries Daniels y Frans Francken II, entre otras obras de arte: “Hemos estructurado la exposición para que le fuera sencillo seguir el relato al visitante y en pintura religiosa hemos seguido la vida de Cristo acabando con un cuadro de la resurrección”, asevera Oropesa. Con respecto a los bodegones, la exposición cuenta con “uno de los más grandes del mundo”, el de Naturaleza muerta, de Jan Van Kessel el Viejo, “del que ha habido muchas copias”, señala la comisaria.

La segunda sala habilitada en el Museo Goya para esta exposición, se inicia con Paisaje de montaña con mulas, de Joost Momper el Joven y Jan Brueghel el viejo, un ejemplo de la cooperación de los flamencos a la hora de construir estas piezas paisajísticas antes de que se inicien los dos últimos apartados: retratos y mitología. En estas se puede contemplar como el retrato pasa a ocupar ya un lugar preeminente en consonancia con la colocación ya en el Renacimiento del hombre en un lugar central y en la sección de mitología se puede ver la serie Los cuatro vientos, de Johan I Sadeler.

“Yo me dejo llevar a través del ojo. En los 70, vi algunos cuadros que me emocionaron por el color y la forma y los compré sin saber que era pintura flamenca. Un día me di cuenta que ya tenía dos o tres de la misma línea y fue ahí cuando nació la pintura flamenca para mí. Un descubrimiento casual pero apoyado en la belleza”, explica Gerstenmaier, alemán pero que lleva afincado en España más de 50 años.

La exposición De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la colección Gerstenmaier, que incluye también visitas guiadas y en familia y talleres didácticos, se puede visitar hasta el 16 de febrero de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas y domingos y festivos únicamente en horario de mañana. La entradas cuesta 6 euros, 3 euros para clientes de Ibercaja.