Carmen Cervera presentó ayer su colección privada que ya cuelga de las paredes del Museo Thyssen-Bornemisza. Para albergarla, el museo ha crecido 8.000 metros cuadrados, lo que ha permitido construir 18 nuevas salas y mejorar otras dependencias. Los Reyes inauguraron ayer el nuevo edificio en el que desde el jueves se podrán contemplar 220 de las 300 obras que la baronesa ha prestado por once años. También se presentaron dos exposiciones temporales, La pintura catalana del Naturalismo al Noucentisme y Gerard David y el paisaje flamenco .

La ampliación, realizada por el equipo de arquitectos de Manuel Baquero y Francesc Pla, se ha hecho de forma que todas las instalaciones quedan unidas. Las obras, que han durado dos años, han costado 38 millones de euros.

Lo que el difunto barón Thyssen llamaba la "Carmen´s collection" empezó a formarse en los 80 y, en un principio, sus cuadros y tallas estaban destinados al disfrute personal del matrimonio. El conservador-jefe del museo, Tomás Llorens, explicó que su contenido, que ha podido verse en una treintena de exposiciones itinerantes por todo el mundo, es "muy parecido al de la colección histórica".

La pintura holandesa del siglo XVII, pintura del XVIII, impresionismo y postimpresionismo, pintura norteamericana y las primeras vanguardias del siglo XX son las secciones principales y en todas ellas destaca la predilección de su propietaria por los paisajes. Llorens y la ministra de Cultura, Carmen Calvo, señalaron que estas obras "completan aspectos ausentes de las colecciones públicas españolas", como el impresionismo y la pintura internacional del XIX.

La ministra, que celebró que el Museo Thyssen "haya resistido los cambios de color político", recordó al equipo saliente del ministerio y agradeció el interés de Carmen Cervera por exponer sus cuadros en España. Calvo expresó su convencimiento de que "la colaboración entre lo público y lo privado es fructífero y necesario especialmente en el ámbito de la cultura".

La cesión de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza se firmó en el 2002 por un periodo de once años. La baronesa no quiso hablar de prórrogas y se limitó a señalar que todavía "no hay nada previsto porque no se ha hablado del asunto". En cuanto a la pintura del siglo XX, explicó que sigue comprando obras aunque lo hace en secreto "para no provocar simpatías o antipatías hacia ciertos pintores".

Cervera negó que exista ningún tipo de contraprestación por esta cesión porque "el arte es belleza y se hace por amor al arte", y, aunque sigue a diario el mercado, afirmó que ignora por completo el precio de su colección. "¿Mi preferido? Eso es como hablar del hijo al que quieres más pero quizás es Mata Mua, de Gauguin, porque con él me convertí en coleccionista".

La exposición La pintura catalana del Modernismo al Noucentisme , que también se inauguró ayer, contiene 66 obras que abarcan desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, de autores como Martí Alsina, Urgell, Vayreda, Mari Fortuny, Meifr¨n o Sunyer.