DIRECTOR José Luis Garci

ACTORES Alfredo Landa, Fernando Guillén Cuervo

PAIS España AÑO 2004

CINES Elíseos

José Luis Garci sigue a lo suyo. Su estilo se basa desde hace varios años y unas cuantas películas en la nostalgia por unos tiempos pretéritos que contempla con ambivalencia. Es una nostalgia más estética y anímica que ideológica, fundamentada en una época mejor para la amistad y la comprensión.

La ruptura no entra en su diccionario fílmico, y aunque puedan gustarle determinadas películas rompedoras, prefiere el clasicismo. Tiovivo c. 1950 es de las más clásicas que ha realizado en cuanto a elaboración de personajes y concepción del plano y todo lo que ello comporta: movimientos, gestos, sonidos, objetos e iluminación. También es de las más llevaderas, pese a su generoso metraje de dos horas y media, porque Garci ha concebido la película un poco al estilo de Vidas cruzadas y otros relatos cinematográficos con muchos personajes más o menos relacionados entre sí.

La acción acontece en los prolegómenos de Nochebuena en el Madrid de principios de los 50. El tiovivo del título, que aparece en miniatura en el despacho de uno de los personajes, es una suerte de homenaje al de La ronda , una de las películas de Max Ophuls más apreciadas por el director de Asignatura pendiente : su movimiento circular no es otra cosa que una metáfora más sobre el giro constante de los sentimientos y los hechos.

No hay trama, sino retazos de muchos argumentos dispares. Los escenarios son una pensión (Dorita se llama), un café, un hotel de lujo, un taller de reparaciones, una escuela de baile, la taquilla de una parada de metro, un banco y, por supuesto, una sala cinematográfica.

El largometraje está poblado por supervivientes de la posguerra, casi todos modestos y humildes, y la cámara de Garci no intenta otra cosa que captar la cotidianidad de sus vidas.