Su primer Quijote lo leyó en la habitación 314 del Gran Hotel de Zaragoza, en 1956, donde estaba con su abuelo y una pequeña enfermedad hizo que se quedaran varios días en el hotel (el libro se lo había regalado la cocinera). Lo leyó "de un tirón", lo que significa que "me lo pasé bien", reconoció Francisco Rico, académico de la Real Academia Española. Ahí "empezó la historia de mis quijotes", una historia que ayer vivió otro capítulo con la presentación de la nueva edición del texto de Cervantes, en el Paraninfo, dentro del ciclo Trazos y Trazas.

"El texto del Quijote salió muy mal impreso de la casa de Juan de la Cuesta con multitud de erratas, malas lecturas y los medios de la filología permiten reconstruir el texto de Cervantes si no por completo, muchos lugares", señaló. "Cualquier nueva edición del Quijote, sea la de la Biblioteca Clásica de la RAE, sea mi editio minor en Alfaguara, que yo la prefiero, lo que hacen básicamente restituir el texto del Quijote y los datos filológicos, que explican y justifican por qué se ha podido reconstruir así tal o cual pasaje", señaló.

Esta nueva edición empezó su andadura en 1994 y ya hay dos ediciones, en 1998 y en 2005, con motivo del cuarto centenario de la publicación de la primera parte; y ahora esta, ampliada y renovada, compuesta por dos tomos "horrorosos y malos de manejar".

El texto principal lo hizo él porque "no me fío de los cervantistas"; por eso se ocupa del "texto crítico", ya que la de Cervantes está "llena de erratas, morrallas y supresiones"; así que lo primero que hice fue estudiar las ediciones de Shakespeare.

Luego se incluyen una anotación básica (datos necesarios para comprender la obra), encargada a un aragonés Joaquín Forradellas; un prólogo, capítulos introductorios (biografía literaria de Cervantes, "de la que sabemos muy poco y, además superficial), una visión de la época, libros de caballería relacionados, quién cuenta el Quijote; o la historia del texto en la imprenta original.

ANÁLISIS DE LOS CAPÍTULOS

"Esta es la sustancia del tomo 1, mientras que el segundo contiene todo lo que usted quisiera saber sobre el Quijote y no se atrevió a preguntar", dijo Rico. Ahí hay un análisis capítulo a capítulo, escritos por "estudiosos cervantistas pero también escritores"; y una biografía documentada, "sin fantasía". Y explicó: "Yo sospecho que fue un chulo putas y quizá ustedes se sientan disgustados, pero por lo que señalan las hijas, sus bodas, historias de su mujer, cómo se ganaba la vida... aparte del Cervantes heroico de Lepanto y del meapilas del final, podemos vislumbrar que una parte de su vida era subterránea", reconoció y también ayudarían a su lectura.

Pero también se incluyen "multitud de apéndices explicativos", dedicados a los refranes, lugares mencionados en el texto, ilustraciones, que muestran "todo lo que el lector necesita ver para entenderlo"; y la biblioteca de Don Quijote.