Quién no recuerda de pequeño entrar al circo con toda la ilusión del mundo. Como cada año, las Fiestas del Pilar en Zaragoza se convierten en un momento ideal para hacer cosas en familia y, sin duda, el circo es una de las citas estrella. Este año, y por cuarto consecutivo, los responsables de emocionar y hacer reír bajo las carpas es el Circo Italiano, una empresa con más de 50 años de trayectoria y que lleva asentada en España más de 30. Sueños es su propuesta para esta temporada, un espectáculo cargado de misticismo y fantasía que pretende diferenciarse del resto por «su calidad», según cuenta su directora artística, Sonia Miranda Abejón.

Durante las dos horas que dura el show, más de 30 artistas de múltiples procedencias pasan por la arena, aunque la protagonista de todos ellos apenas tiene 10 años. Michelle, que es como se llama esta pequeña artista, interpreta a Ametsak (que significa sueños en euskera), una joven que sueña con convertirse algún día en artista circense. A lo largo de todo el espectáculo, la niña va participando en los números de sus compañeros, sin ninguna «vergüenza», tal y como ella asegura, hasta que al final consigue hacer su deseo realidad. «El mensaje que queremos lanzar es que nunca hay que dejar de soñar», explica Miranda.

Sueños es una clara apuesta por el circo entendido como un arte, alejado de los viejos estereotipos que rodean a este mundo. «Todo ha cambiado mucho. Eso del foco que enfoca a todos lados menos a donde tenía que apuntar, la chica con las medias rotas y el payaso antiguo ya no se lleva, aunque depende del circo. Hay buenos y malos, como en todas partes», argumenta la directora, que añade: «Queremos que todo el mundo disfrute, no que para los padres sea un suplicio traer a los niños al circo, y creo que lo estamos consiguiendo porque cada vez más ayuntamientos nos están contratando». Así, los payasos, contorsionistas, trapecistas y el mago conforman un número que va mucho más allá de lo tradicional, creando un paisaje onírico difícil de imaginar cuando se contemplan las carpas desde fuera. Y sin animales.

Tradición y vanguardia

«Yo soñaba con que llegara el día en el que no hubiera animales, un día en el que la gente viniera a ver solo a los artistas, pero no me gustan las imposiciones. Aquí los retiramos antes de la prohibición, somos un circo del siglo XXI», cuenta Sonia Miranda. El Circo Italiano fue creado en 1958 por una pareja de italianos, los Rossi, que después inculcaron su oficio a sus once hijos, que hoy son los que continúan con la empresa. Durante sus primeros años se dedicaron a girar por Europa, hasta que llegaron a España. «En Zaragoza siempre nos tratan muy bien», aseguran.

Para traer su espectáculo han tenido que desplazar una comitiva de más de 40 camiones. Llevan dos semanas montando y preparando todo y tras días de mucho correr y pasar nervios, estrenan mañana viernes. El Circo Italiano estará en Zaragoza hasta el 21 de octubre con dos funciones diarias (a las 17.30 horas y las 20.00) y una tercera los domingos (a las 12.00). Las entradas se pueden conseguir desde un precio de 10 euros.