Desde comienzos de los años 80, Antoni T pies viene trabajando en esculturas realizadas con tierras de distinta procedencia que forman la parte menos conocida de la ingente obra del artista. Una muestra de 46 esculturas, junto con 17 papeles de gran formato vinculados temáticamente a las anteriores, se expone desde ayer y hasta el 17 de enero en el Museo Reina Sofía. La exposición fue inaugurada ayer por la infanta Cristina y la ministra de Cultura, Carmen Calvo.

T pies. Tierras , una muestra calificada de "singular" por la directora del centro de arte, Ana Martínez de Aguilar, responde a la exigencia que conlleva el Premio Velázquez de las Artes Plásticas, que fue concedido a T pies en el 2003. El artista, de 81 años, que recorrió la muestra ayer por la mañana explicó que sus obras con tierra no son algo especial en su obra. "Desde mis inicios --comentó-- quise transformar la concepción clásica del cuadro-ventana en cuadro-objeto, sabiendo que es algo volumétrico, en tres dimensiones".

INSISTENCIA DE CHILLIDA

Además de tener el enunciado en la cabeza, T pies ha trabajado con tierras en varias ocasiones pero fue el escultor Eduardo Chillida el que en 1981 le animó vehementemente a realizar esculturas en tierra chamote, mezcla de tierra normal y restos de la misma cerámica machacada. El pintor explicó su inicial resistencia a seguir la sugerencia del amigo porque "los escultores siempre son celosos de que los pintores se metan en su terreno". Pero reconoció su agradecimiento al escultor vasco, unos de los que elogió su obra tridimensional.

El artista manifestó que su trabajo con tierras no suponía una ruptura, "ni un cambio especial". "También forman parte de mi lenguaje --señaló--, por lo que es una continuación normal en mi deseo de hacer cosas corpóreas".

T pies trabaja con tierra, lava, resina sintética y polvo de mármol así como con cualquier otro elemento de la misma procedencia que recoge de su propiedad en el Montseny. Para esta muestra, las comisarias Ana Beristain y Marta González han elegido unas piezas en las que priman los objetos cotidianos, también habituales en sus telas. Huellas de grifo, de pisadas, letras, números, bañeras, camas, puertas y sillas forman un conjunto al que se unen partes del cuerpo humano como cabezas, brazos y pies.

Pese a que el pintor barcelonés está muy bien representado en el Reina Sofía, los organizadores destacaron que es la primera vez en que se verán las piezas de cerámica de T pies. En paralelo, los 17 papeles son el complemento de las esculturas, lo que permite establecer una clara relación entre ambos soportes.