«La cultura forma parte de las necesidades esenciales del ser humano y en estos días de confinamiento hemos sido también los primeros en proponer alternativas para llenar la clausura de reflexión y juego lúdico de forma altruista». Con un mensaje esperanzador pero sin obviar la realidad, Ares (Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Aragón) ha querido llamar la atención sobre su sector en plena crisis de la alerta sanitaria por el coronavirus y aprovechando que hoy se debería haber celebrado el Día Mundial del Teatro. Precisamente en un momento en el que se está consumiendo una gran cantidad de cultura desde los hogares: «Estamos seguros que todo el mundo, en su confinamiento, ha descubierto que no se alimenta solo de lentejas, sino también de cultura, que le ayuda a reflexionar, a comunicarse o, simplemente, a pasar un buen rato en momentos de zozobra. Estamos seguros también que todos echamos de menos poder ir a un concierto o al teatro, además de ir al bar o a ver un partido. Y estamos seguros que, para muchos niños, ha sido tan importante ver un títere en una pantalla como tener la sopa en un plato».

Aun así, Ares, que debía haber celebrado su tradicional gala el pasado martes y que la ha retrasado para más adelante, no ha querido dejar de poner números a la dura realidad por la que está pasando el sector tras el confinamiento impuesto. Si en el 2019, las compañías pertenecientes a la asociación tuvieron un volumen de negocio de 5.535.518,98 euros y ofrecieron 2.897 actuaciones además de generar 550 puestos de trabajo, la realidad de este 2020 pasa por este parón. Y es que según los datos de impacto económico que ha recopilado Ares, en marzo y abril se han tenido que suspender o aplazar 330 actuaciones lo que va a suponer una pérdida de 870.000 euros.

Es por todo esto por lo que la compañía también lanza un grito de auxilio: «Tenemos esperanza y queremos visualizar un mañana con fiestas en las plazas y teatros llenos de aplausos. Pero, como otros sectores, necesitamos la plena conciencia de los poderes públicos para que nos ayuden a sobrevivir en este tiempo de aplazamientos y ausencias. Nosotros guardaremos nuestros abrazos de emoción para cuando puedan volver a darse. Y haremos que, cuando se abran las casas, las calles, los teatros, seamos de nuevo para la sociedad un vínculo, un espacio para la comunicación en vivo de nuestras alegrías y nuestras tristezas, el alimento de nuestro rico espíritu común».

En la gala se iban a entregar los siguientes premios: Artes Escénicas e Inclusión al Proyecto Caídos del cielo, Artes Escénicas y Pedagogía a Ana Continente (Espacio Laboratorio La Mejana), Escenotecnia a José Manuel Glaria, Iniciativa Artística al Festival El Gaire, Honorífico a José Ignacio Micolau y Gestor Cultural a Teresa Lacasta.