José Ignacio Uceda Leal y Julián López El Juli salieron ayer a hombros de la plaza de toros de Huesca tras cortar cada uno respectivamente dos y cuatro orejas en la segunda corrida de la feria de San Lorenzo. Tomás Luna, por su parte, se llevó la callada por respuesta a la muerte de sus dos enemigos.

Se lidiaron seis ejemplares de la ganadería de Zalduendo, con muy pocos pitones, descastados, sosos y parados. Los mejores fueron los corridos en tercero y quinto lugar. La plaza se llenó en más de tres cuartas partes de su aforo bajo la presidencia de Víctor Bernués, que regaló orejas sin ton ni son aunque no las pidiera el respetable, como ocurrió con la que cortó Uceda Leal a su segundo toro.

Muy voluntarioso se mostró Uceda a lo largo de todo el festejo, toreando tanto con el capote como con la muleta. Con el percal destacó en su primero, al que recibió con lances de rodillas, realizando un quite por chicuelinas superiormente rematado con la media. Con la muleta realizó lo más entonado de la tarde en el segundo de su lote, a pesar de lo parado de su enemigo. Lo mejor fueron las estocadas con las que pasaportó a sus dos oponentes.

Julián López El Juli tuvo que construir con la muleta dos faenas a base de hincarse de rodillas para conseguir el beneplácito de la solanera, pero en todo caso, su trasteo fue a larga distancia y sin exponer ni un alamar, sobre todo en el segundo de su lote, en el que ni siquiera se puso por el pitón izquierdo. Mató a sus enemigos de sendas estocadas.

Tomás Luna recibió al primero de su lote con una larga de rodillas a portagayola. Con la muleta realizó en su primero una faena por ambos pitones con su peculiar estilo, dando los mejores muletazos por el pitón izquierdo, pero falló con la espada. Con su segundo sólo pudo esforzarse ante un animal soso y parado. Mató de estocada delantera y dos descabellos.